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Hace días la responsable del Miteco se asomó a las ventanas de las redes sociales y alardeó de bonhomía para con el Trasvase Tajo-Segura, asegurando que había favorecido los flujos de agua hacia el Levante durante su mandato. No ha sido así y lo ... explico.
El Trasvase Tajo-Segura se ajusta a unas clarísimas reglas de juego, que definen su explotación y que delimitan hasta cuatro niveles de gestión de volúmenes mensuales, dependiendo de las existencias conjuntas de dos embalses situados en la cabecera del Alto Tajo –Entrepeñas y Buendía–. De tal modo que, según los hectómetros cúbicos de agua que haya almacenados a día 1 de cada mes, estaremos respectivamente en nivel 1, nivel 2, nivel 3 o nivel 4.
Los niveles 1, 2 y 4 cabría denominarlos de automáticos, debido a que en los niveles uno y dos, una vez conseguida la capacidad de embalse de cabecera fijada en ellos, la legislación deja claro el volumen de agua a trasvasar. En el cuarto no se puede trasvasar, sin más. No hay componendas políticas en estos tres niveles.
Estas, en síntesis, son las reglas de juego:
Nivel 1. Se trasvasan 60 hm3 cuando las existencias conjuntas sumen 1.300 hm3 o cuando las aportaciones de los últimos doce meses sean iguales o mayores a 1.400 hm3.
Nivel 2. Se trasvasan 27 hm3. Se dará cuando las existencias conjuntas de Entrepeñas y Buendía sean inferiores a 1.300 hm3, sin llegar a los volúmenes previstos en el nivel 3, y las aportaciones conjuntas registradas en los últimos doce meses sean inferiores a 1.400 hm3.
Nivel 3. Se dará cuando las existencias conjuntas en Entrepeñas y Buendía no superen, a comienzos de cada mes [...] los valores fijados al efecto. Es en este nivel donde la decisión de proceder o no a enviar agua y en una cuantía igual o inferior a 20 hm3 es voluntad –discrecional y motivada, pero discrecional, ante todo– de la ministra.
Nivel 4. Se dará esta situación cuando las existencias conjuntas en Entrepeñas y Buendía sean inferiores a 400 hm3, en cuyo caso no cabe aprobar trasvase alguno. No hay tutía, no se trasvasa nada.
Una vez al mes la Comisión Central de Explotación del Trasvase se reúne y analiza cuál es la situación en que se encuentra el sistema de Entrepeñas y Buendía, fijando el nivel aplicable para el mes en cuestión. Entendamos pues que lo relevante a la hora de analizar la voluntad 'trasvasista' o, por el contrario, 'trasvasicida' de un gobierno u otro depende de las aportaciones y reservas de agua de los embalses de cabecera y se testa solamente cuando estamos en nivel tres.
Queda claro, reitero, que es en este nivel donde únicamente la decisión política importa y mucho, impera. Con actas de la Comisión Central de Explotación en la mano, con previsiones semestrales del Cedex – el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas dependiente del Miteco– asegurando que era posible trasvasar 20 hm3, con propuestas de trasvase de la comisión con ese volumen, la ministra Ribera ha dictado en nivel tres recortes o trasvases cero en veintiuna ocasiones, han leído bien, veintiuna veces. Hay que señalar que la fecha a partir de la que se producen los mayores alardes recortadores es la de septiembre de 2019 cuando, por decisión de la vicepresidenta, entra a formar parte del órgano eminentemente técnico de la Comisión Central de Explotación un representante político de los pueblos ribereños del Alto Tajo. Casualidad o no, a partir de esa fecha, salvo en enero de 2020 y mayo de 2022, siempre que hemos entrado en nivel tres Teresa ha recortado.
Recorte tras recorte, hasta sumar un total de 151,9 hm3 que dejaron de llegar al Levante, no a causa del cambio climático, ni de la tubería del nuevo trasvase 'intermanchego' al Guadiana (aquí sí media bondad absoluta), sino por decisión unipersonal y política de Teresa Ribera, que contradecía uno tras otro los informes técnicos de su Ministerio. Rememorar, como hace ella para ocultar su actuación ideológica, decisiones tomadas por otro gobierno durante los once meses –de mayo de 2017 a marzo de 2018– en que nos encontrábamos en nivel cuatro –recordemos que la ley impide trasvasar– y en los cuales no hubo agua siquiera para abastecimiento durante diez de esos meses, es jugar con el desconocimiento de la población en esta materia que, como es natural, no tiene por qué manejarla. Pero en política, en España y en época electoral todo es posible.
Han sido años duros para el Trasvase, bombardeado con demagogia y decisiones sectarias, que culminaron con el incremento de caudales en el Alto Tajo, incremento totalmente ideologizado y dirigido por la ministra primero y avalado por el Consejo de Ministros después. De ahí lo indignante que resultan las palabras de la vicepresidenta cuando habla de trato de favor hacia el acueducto.
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