El Cine Rex, ubicado en pleno centro histórico de Murcia, es mucho más que una simple sala de cine. Inaugurado en 1907 bajo otro nombre y adoptando finalmente el nombre de Cine Rex en 1946, este espacio ha formado parte de la vida cotidiana de ... generaciones de murcianos. Ha sido testigo de la evolución del séptimo arte, desde las primeras películas mudas hasta las más modernas producciones cinematográficas. Sin embargo, el Cine Rex no es solo un lugar donde ver películas, sino un icono de la historia cultural de Murcia, un espacio que alberga recuerdos, emociones y experiencias colectivas. La amenaza de su cierre definitivo pone en riesgo una parte fundamental de la identidad de la ciudad.

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Tras la pandemia del Covid-19, el Cine Rex, como tantos otros espacios culturales, sufrió un duro golpe. Se vieron obligados a cerrar temporalmente sus puertas, y desde entonces la incertidumbre ha rodeado su futuro. La empresa propietaria ha solicitado al Ayuntamiento un cambio de uso del edificio, lo que sugiere que planean destinar el espacio a otras actividades que, si bien podrían ser lucrativas, no cumplirán el papel cultural, social y emocional que ha desempeñado el Rex durante más de un siglo. Esta situación ha desatado una respuesta contundente por parte de los ciudadanos de Murcia, quienes han movilizado una plataforma en defensa del Cine Rex y han reunido más de 13.000 firmas para evitar su cierre. Este respaldo popular subraya la importancia del Rex como algo más que un simple negocio: es un legado cultural que no debe desaparecer.

El Cine Rex es uno de los pocos espacios que sobreviven en el corazón de Murcia con una historia tan rica y extensa. A lo largo de los años, este cine ha resistido cambios en las tendencias de entretenimiento y en la propia industria del cine, adaptándose a los nuevos tiempos sin perder su esencia. Sin embargo, su valor no reside únicamente en su antigüedad o en su arquitectura, sino en lo que representa para la ciudad y sus habitantes. Perder el Rex significaría perder un vínculo tangible con el pasado de Murcia, un pasado que sigue influyendo en la vida cultural actual.

La historia de una ciudad no solo se escribe en sus libros, se vive en sus calles, en sus edificios, y en los espacios donde la comunidad se reúne. El Cine Rex ha sido, durante décadas, un lugar de encuentro, donde generaciones enteras han compartido momentos inolvidables. Es un lugar que ha sido testigo de la evolución cultural y social de Murcia, y su cierre supondría una grave pérdida para la memoria colectiva de la ciudad. La cultura no puede ni debe ser tratada como un producto meramente comercial, y el Rex es un ejemplo claro de ello.

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Uno de los argumentos más poderosos en defensa del Cine Rex es su papel como espacio de cohesión social. A lo largo de los años, ha sido un lugar donde personas de diferentes edades, orígenes y clases sociales se han reunido para compartir una experiencia común. El cine tiene el poder de unir a las personas, de generar emociones compartidas que trascienden las diferencias individuales, y el Cine Rex ha sido, en Murcia, el espacio ideal para ello.

En una época donde las interacciones sociales están cada vez más mediadas por la tecnología y la cultura digital, los espacios físicos como el Cine Rex son más necesarios que nunca. Ver una película en una sala de cine no es lo mismo que verla en casa o en un dispositivo móvil. En el cine, la experiencia es compartida, el impacto de la película se amplifica por la presencia del público, y el hecho de estar en un espacio común refuerza el sentimiento de comunidad. El Cine Rex ofrece esa experiencia única en el centro de Murcia, algo que las grandes salas en el extrarradio no pueden ofrecer de la misma manera.

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Además, el Rex es accesible para todos los ciudadanos debido a su ubicación central. No es necesario tomar un transporte público o privado para llegar hasta él, lo que lo convierte en un recurso cultural accesible para toda la población, algo que no ocurre con la mayoría de los cines actuales, que se encuentran en centros comerciales alejados del centro urbano. Este aspecto es fundamental para que todos los ciudadanos puedan disfrutar del cine sin las barreras de la distancia o el transporte.

El cierre del Cine Rex no solo supondría la pérdida de un edificio histórico, sino la desaparición de un modelo de cultura alternativo. En un mundo dominado por las grandes cadenas de cines comerciales, el Rex ofrece una opción diferente, una alternativa que pone en valor el cine como una forma de arte. Este cine ha acogido, a lo largo de su historia, no solo grandes estrenos comerciales, sino también ciclos de cine clásico y eventos culturales que han enriquecido la oferta cultural de Murcia.

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La plataforma ciudadana que ha surgido en defensa del Cine Rex representa un ejemplo claro de cómo la comunidad murciana está dispuesta a proteger su patrimonio cultural. Las más de 13.000 firmas reunidas hasta ahora reflejan la importancia que los ciudadanos otorgan a este espacio y su deseo de que continúe siendo un lugar donde se cultive la cultura y se fortalezcan los lazos sociales. Este movimiento no solo es una respuesta a la inminente amenaza de cierre, sino una declaración de afecto por un espacio que ha significado tanto para tantos.

Una comunidad que no cuida su patrimonio cultural está condenada a perder su identidad. El cierre del Cine Rex sería un atentado contra la memoria de Murcia, contra su historia y contra su futuro. El cine, como forma de arte, tiene la capacidad de moldear el espíritu humano, de crear recuerdos imborrables y de generar emociones que perduran en el tiempo. El Cine Rex ha hecho todo esto durante más de un siglo, y su continuidad garantizará que las generaciones futuras puedan disfrutar de esta experiencia única.

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En definitiva, la defensa del Cine Rex no es solo una cuestión de nostalgia o romanticismo. Es una cuestión de proteger lo que nos hace ser quienes somos como comunidad. Murcia necesita al Cine Rex, no solo por su valor histórico, sino por lo que representa en el presente y por lo que puede seguir siendo en el futuro: un espacio de cultura, memoria y cohesión social que sigue moldeando el alma de la ciudad.

Los integrantes del Grupo de Opinión 'Los Espectadores' son:

Jesús Fontes, Javier Jiménez, José L. Garcia de las Bayonas, José Izquierdo, Blas Marsilla, Luis Molina, Palmiro Molina, Francisco Moreno, Antonio Olmo, José Ortíz, Francisco Pedrero, Antonio Sánchez y Tomás Zamora.

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