Con la pandemia se rompió una gran tradición española, la de no publicar en la prensa la cifra de suicidios. Se decía que había una norma no escrita de evitar dar esa información en los medios, porque publicarlo animaba a suicidarse. Ahora se informa normalmente ... en la prensa de ese volumen anual de casos, con lo cual han podido ocurrir dos cosas novedosas: que las cifras ya no animan a suicidarse o bien que a nadie le importa ya que la gente se suicide, o que haga lo que tenga que hacer.

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Se publica el índice de suicidios, algo que no ocurrió en la prensa española durante muchas décadas, pero lo que aún no se publica es de qué murió exactamente la gente durante la pandemia, tal vez porque eso animaría a las pandemias. Y no, no estoy pensando en la vacuna. Supongo que en medio siglo, como ha pasado con los suicidios, nos enteraremos.

Hoy sí sabemos que el suicidio en España ya no ocupa la primera posición de «muerte por causa externa» en este país. Ha sido superado por las muerte producidas por «caídas accidentales». Lo de las «caídas accidentales» es una expresión que Putin utilizaría con total liberalidad. Todos los opositores que se caen por las ventanas en Rusia lo hacen por «accidente», igual que allí todas las muertes en general son «naturales»: si bebes un té con polonio o te cae encima una hormigonera llovida providencialmente del cielo lo natural es que mueras.

En la propia España, tantas veces, se publica en prensa que alguien se ha tirado voluntariamente de un último piso «en una caída accidental». Ya se ve que, por mucho que ahora se informe del índice de suicidios, existe un temor supersticioso a nombrar la palabra mágica, como también a descifrar qué diablos es eso de «tras una larga enfermedad». Como si tener acidez de estómago no fuese una larga enfermedad.

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El primer puesto, en fin, que ha venido para quedarse, es para las mal llamadas «caídas accidentales», y se incluyen las inevitables de la población cada vez más envejecida y los selfis chulos del sector joven al borde de precipicios. Caerse está de moda.

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