Gobernar como sea

Lo de Sánchez. Parecía que el PP había aprendido la lección, pero no. Y eso que llevan por delante el ejemplo de Sánchez que, pese a haber hecho una buena gestión económica, va a salir por la puerta de atrás por su alianza con Podemos y los 'indepes'. El voto, por desgracia, no es el resultado de una reflexión profunda, del análisis de pros y contras, no. Al menos en España, el voto es pulsátil, emocional, puro temperamento, cabreo y mosqueo a partes iguales. Es por eso que las cagadas de las ministras de Podemos, sobre todo lo del 'sí es sí', le ha costado una debacle al PSOE. Esta gente, los de Pablo Iglesias, no son políticos, no son gestores, son activistas, que no es lo mismo. Y así nos ha ido.

Feijóo. Pues está en una encrucijada jodida. Parecía que el PP se había dado cuenta de que Vox no era ese simpático primo tonto que daba caña a los rojos, sino la amenaza más seria que tienen los populares para seguir en el machito. Parecía que, gracias al vía crucis de Castilla y León y, en parte, a lo que han sufrido en Murcia, entendían que debían alejarse lo máximo posible de estos tipos. Porque al igual que Podemos resta voto moderado al PSOE, Vox hace que el PP pierda el voto que más necesita ahora: el de los socialdemócratas desencantados con la deriva de Sánchez. El votante del PP no le penaliza por pactar por Vox, pero el socialdemócrata desencantado sí, y ese es el que le daría la mayoría absoluta. Lo grave es que los populares necesitan a los de Abascal en alguna comunidad y en ciertos ayuntamientos, y ahí tiene Feijóo el problema: si pacta con ellos somos muchos los ciudadanos que no le votaremos. Incomprensiblemente, han optado finalmente por pactar con los 'nostálgicos' en Valencia, en Elche, en Molina. Y si Feijóo no tiene mayoría suficiente y tiene que meter ministros de Vox en el Gobierno, en 4 años está en su casa, y lo sabe.

Lo de Molina. José Ángel Alfonso ha hecho una buena campaña, ha estado, ha ido, lo ha peleado, pero Eliseo es un currito de la política, un buen alcalde, un todoterreno que habla con todos, recibe a todo el mundo y resuelve papeletas. Y ha ganado. Bien es cierto que Alfonso tiene mayoría con Vox y bien es cierto que el otro es el más votado, luego, ¿por qué no se ponen de acuerdo y gobiernan dos años cada uno? Y dentro de cuatro años los molinenses decidiremos quién lo hizo mejor. Un 80% de los vecinos no hemos votado a los ultras, luego, ¿por qué hemos de sufrirlos? Las prisas de José Ángel Alfonso, que les va a dar hasta Urbanismo, son malas. Si gobierna con los extremistas, su carrera estará acabada en 4 años. Al tiempo. Como decía García: «Las prisas solo son buenas para los ladrones y los malos toreros». Si el PP pacta con Vox en los 4 municipios en que los necesita, ¿cómo vamos a creernos que no los meterán en el Gobierno regional o en el nacional? Ellos sabrán si son lo suficientemente listos y osados, porque la política es para valientes. No se trata de gobernar como sea, se trata de pensar a largo plazo y tener un proyecto que a unos les permita quitarse de encima a Podemos y a los otros a Vox. Y para eso hace falta amplitud de miras y entender que deben de ir a un consenso, acordar que gobierne la lista más votada y se ha acabado la influencia de Vox, Podemos y los 'indepes'. ¿Lo verán? No.