Los 8 errores de Feijóo

1. Ambivalencia. Si algo caracterizó y mal a Teo y Casi eran sus bandazos, un día se levantaban moderados y al siguiente decían burradas que no firmaría ni Vox. Eso te penaliza electoralmente, y no hay mayor ambivalencia que pretender en la misma campaña decir que abjuras de Vox, pero luego darle 140 ayuntamientos y 2 comunidades autónomas. La sombra de los ultras y sus burradas le han impedido llegar al Gobierno. España le habló alto y claro a Feijóo, el país no quiere a Vox y parecía haber tomado nota.

2. Persistir en el error. Tras hacer lo más difícil, ganarle un debate a Mr. Handsome, Feijóo siguió insistiendo en la trola de las pensiones –Sánchez también soltó las suyas– y Silvia Intxaurrondo le hizo un traje a medida que le dejó como Cagancho en Almagro.

3. Desaparición. En la semana de las elecciones no fue a un debate por miedo a ser asociado a Abascal. Eso siempre es mal percibido por el electorado. Encima, la excusa de «me ha dado un tirón» fue objeto de burla y generó cientos de memes.

4. Después del 23-J ha negado, él y su equipo, toda legitimidad a que Sánchez y otras fuerzas constituyeran mayoría cuando ya lo hicieron Ayuso, Moreno, Guardiola y tantos sin ser la lista más votada. Otro error porque la gente no es tonta: «Ha de gobernar la lista más votada, si soy yo». Toma ya.

5. En la elección de la Mesa del Congreso decidió no meter a Vox, pero él y Cuca Gamarra se sorprendieron cuando 'los abascales' se votaban a sí mismos. Decir que tienes 171 la tarde antes y quedarte en 139 le hizo hacer el ridículo.

6. Otra trola: se ha hartado de decir que si Sánchez pacta con PNV, ERC y Junts, vende y rompe España, pero ayer mismo ha mostrado, primero su desesperación por pactar con PNV y luego con ERC y ¡hasta Junts! Porque si él lo hace no se rompe nada.

7. Ha decidido intentar una investidura fallida y ha pedido más tiempo. Armengol se lo ha dado y tiene un mes para cocerse a fuego lento y Sánchez más tiempo para negociar.

8. Un día dice que abjura de Vox –parece que ha entendido que le hicieron perder el Gobierno– y al siguiente sale y les hace la pelota. El último argumento de los que están locos por ver ultras en el Gobierno regional, unos de derechas y otros de izquierdas, es que Murcia va en el paquete a cambio de los votos de la investidura. Parece que la cosa podría quedar en una sola consejería. Vamos a verlo pero, ojo, esos 33 votos son para una investidura fallida, o sea que sirven... para nada. Luego, ¿para qué va a entregar Feijóo un feudo como Murcia por nada? Si Feijóo pica, le habrán dado el timo de la estampita. No sabemos cómo va a terminar la cosa, pero es justo reconocer cuando alguien hace algo bien y López Miras ha aguantado. Si alguien ha salvado a fecha de hoy a Murcia de la amenaza ultra no es Pepe Vélez, no, ha sido Fernando López Miras. Y si mañana comete el error de claudicar, muchos diremos alto y claro que comete el error de su vida. Él y su partido. Pero ahora mismo todos, ciudadanos de izquierdas y de derechas, hemos de reconocer que el tío le ha echado un par. Y si me lo encuentro lo felicitaré. Al menos hasta hoy. Porque él sabe perfectamente que si en la reunión de la semana que viene mete a los de Antelo en el Gobierno regional lo de la legislatura anterior será un cuento Disney con lo que les espera en estos 4 años.