El descenso del nivel de nuestra clase política en la última legislatura ha sido tan brutal que cualquier comentario que hagas es percibido por dichos políticos como algo intolerable, una agresión a su 'modus vivendi' que no están dispuestos a tolerar porque saben que tienen ... los pies de barro y que están en el alero. Sufren un síndrome del impostor de libro que les lleva a vivir en estado de permanente paranoia ante la provisionalidad de su situación y, si tenemos en cuenta de dónde venían o a dónde pueden ir a parar, más aún. Un político bien formado, con empaque, serio/seria y que tiene salidas profesionales, no tiene miedo a la crítica pues entiende que forma parte del trabajo y que todos aquellos que cobran del dinero público deben estar sometidos al escrutinio de los ciudadanos. De esos hay muchos y buenos en PP y PSOE pero, poco a poco, se han ido colando los 'aparatxis de la ESO', auténticos indocumentados que no saben dónde tienen la mano derecha o la izquierda, pero que llevan enganchados en la estructura desde los 16 años. Y no saben, no tienen formación, ni cultura política, ni leen, ni escuchan, ni se informan. Y así les va. Y si dices algo en contra, ojo, 'cuidao', que se revuelven.
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La cúpula del PSRM. Por mucho que se enfaden y por mucho que les moleste es una evidencia que la cúpula actual del PSRM es un desastre. Empezando por un líder de bajo nivel, Vélez, y siguiendo por los Arce, Carmina Fernández o Lucas. ¿Desarrollo profesional o académico fuera del partido? Ninguno. ¿Tendencia a laminar a todo el que no piensa como ellos? Toda. Y así ha evolucionado la cosa. Un grupúsculo pequeño, poco preparado y bunkerizado en torno al líder que se enroca más conforme van viendo que los resultados que vienen van a ser nefastos. Y lo de la importancia de la buena formación no es una tontería: a las pruebas me remito. Porque si tienes un equipo competente la estrategia diseñada será buena.
La estrategia. La estrategia que Vélez ha tirado junto con este equipo de colaboradores no puede ser más desastrosa para los intereses de su partido. No crecen pese a sus más que insistentes gestos de sumisión al agro, porque eso es voto de PP y Vox, mientras que sufren una tremenda hemorragia por el lado que debería ser su fuerte, el voto progresista. No oigo que Vélez defienda el Mar Menor con ahínco, no se atreve, repito, no se atreve a pronunciar la palabra 'nitrato'. No habla de la situación de la sanidad y educación públicas, de dependencia, de LGTBI o de igualdad. No. ¿De qué habla? Del Trasvase, de más Trasvase, luego del Trasvase y ya, al final, de desaladoras. Es decir, el 'brillante'« equipo gestor de la campaña de Vélez ha descubierto, nada más y nada menos, ¡el nacionalismo hídrico! Van 30 años tarde, claro. ¡En el siglo XXI! Tres décadas después de que Ruiz Vivo fuera premiado por el 'Agua para Todos', 30 años después de que Valcárcel arrasara en las urnas con ese argumento, este equipo de 'visionarios' ha basado su campaña en eso. Y mientras tanto el votante progresista de Murcia queda huérfano.
¿Son de izquierdas? Si Vélez solo habla de Trasvase y no dispara una con los nitratos, Mar Menor, educación, LGTBI, etc., ¿podría alguien decirme en qué se diferencia su mensaje del que tiene el PP? Es más, hasta Marcos Ortuño salió parándole los pies a la fundación 'Engendro' diciendo que la laguna costera estaba atiborrada de nitratos. ¿Para qué votar a ese PP 'b' si puedes votar al original? Y encima, una parte del votante de izquierda comienza a mirar con cariño a Podemos, que ya le quita un escaño a Vélez. Y, aunque se cabreen en el PSRM porque digamos que han errado en la estrategia y prescindido de las personas más brillantes de esa casa, la verdad es la que es: si no tienes formación, a la hora de desarrollar un proyecto, de preparar una campaña, pues patinas. Y acabas haciendo lo que fue moda hace 30 años y en un partido de derechas. Conclusión: no le quitas ni un voto a PP/Vox y pierdes los de la gente progresista, urbana y comprometida con el medio ambiente y el estado de bienestar. Es difícil hacer un diseño peor. Y ahora, a dos meses de los comicios, van tarde. El PSRM debería ser un partido comprometido con la agenda 2030 y los valores socialdemócratas, no esto.
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