Hay algunas frases hechas, determinados conceptos que, a fuerza de ser repetidos, terminan por ser aceptadas por la mayoría como si fueran el Evangelio y no, no lo son. Una de ellas es: «Que hablen de ti aunque sea mal». Hay políticos que creen que ... eso es cierto. No puedo estar más en desacuerdo, la buena publicidad no tiene precio pero la mala... te puede llevar sí o sí al desastre. Otra de esas famosas frases es: «Los enemigos de mis enemigos son mis amigos». Otra que tal. Pues tampoco. Un enemigo de tu enemigo puede ser peor que él o estar más lejos de tus postulados vitales, políticos o filosóficos que tu propio némesis. Y algo así ocurre con un sector de la izquierda española que vive extasiada, admirada, rendida al mundo del islamismo radical. Resulta curiosa su fascinación por una visión del mismo que es un sistema político-religioso-social que vulnera, en su totalidad, los postulados y derechos más básicos que defiende la izquierda, luego, ¿por qué pasa esto?
Publicidad
Izquierda setentera. Resulta increíble ver a las ministras Belarra, Díaz o a Pablo Iglesias condenando los ataques de autodefensa de Israel antes, incluso, de que se produjeran, pero evitando condenar las atrocidades perpetradas por esos animales de Hamás el 7 de octubre. Porque no las han condenado. No condenar una atrocidad es lo mismo que respaldarla. Y aquí hay que hacer una diferencia entre los pobres palestinos de a pie y Hamás, porque no son lo mismo. Pero es que si no condenas a Hamás, estás sosteniendo el 'statu quo' en Gaza que no es otro que los terroristas dominan el territorio, acojonan a todo el mundo, imponen la ley islámica y atacan a Israel constantemente en lugar de apostar por el entendimiento y trabajar por la prosperidad de su pueblo. ¿De dónde les viene esa simpatía a estos líderes izquierdistas por un grupo extremista y religioso? Son postulados setenteros.
La guerra fría. El enamoramiento de la izquierda europea con el mundo árabe, que ha terminado en violento antisemitismo, viene de la Guerra Fría. Cuando se crea el Estado de Israel en el 48 y al momento es atacado por Siria, Irak, Egipto, Líbano y Jordania, las dos grandes potencias se perfilan: Estados Unidos de parte de Israel y la Unión Soviética de parte del mundo árabe. Es por esto que, desde el principio, se produce una identificación absoluta de la izquierda con una faceta más del antiimperialismo yanqui que era el apoyo a la causa palestina y al mundo árabe. Y de aquellos polvos estos lodos.
Radicalización. Ese mundo árabe al que apoyaba sin fisuras nuestra izquierda ha involucionado en los últimos 50 años. La OLP no era un grupo islámico. Eran terroristas, sí, pero su aire era moderno, occidental y había un trasiego de ideas, de experiencias de entrenamiento en Argelia, ideológico y material entre los grupos terroristas occidentales de Europa de aquel momento y los árabes que no eran islamistas. Desde el IRA, ETA, Baader Meinhof o las Brigadas Rojas, todos tenían relación con aquellos palestinos con los que se identificaron porque eran «enemigos de su enemigo», esto es, el capitalismo y USA. Pero hete aquí que, a raíz de la revolución de los ayatolás en Irán, el mundo musulmán fue virando y sufrió una involución que en algunos lugares les ha llevado al medievo. Recuerden la foto de un Bin Laden jovencito y con su familia, todos vestidos a la occidental en Suecia, o las minifaldas de las jóvenes en Líbano. Todo aquello desapareció y quedó el Irán de la sharia, el Afganistán del medievo o la Arabia Saudí de la policía religiosa.
Publicidad
Incoherencia. El otro día vi una imagen de un joven con la bandera arcoíris que se sumaba a una manifestación pro palestina en Londres. Le quitaron la bandera, se la pisaron y le golpearon. Porque son homófobos. Estos días, se da la tremenda contradicción de ver a los Belarra, Díaz, Iglesias, esa izquierda setentera, demodé, antigua, ahora 'woke' o más recientemente 'caviar', que viven como millonarios; de extrañas relaciones económicas con Irán y que no condenan a una organización, Hamás, que defiende exactamente todo lo contrario a su ideario: maltratan a la mujer, cuelgan de grúas a los gays y de libertad, nada, imponen la ley islámica en Gaza y cortan cabezas, violan mujeres y matan bebés como Isis. ¿Dónde perdieron estos 'izquierdistas' el camino? ¿Cómo confraternizan así con quienes quieren llevarnos a la Edad Media? Es curioso al menos, ¿no?
Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.