Pues resulta que el otro día Feijóo se descolgó diciendo en unas declaraciones que el nivel de la clase política en España es el más bajo desde hace 45 años. Le preguntaron: ¿y en su partido? Y dijo que sí, que también. Le preguntaron si ... se incluía a sí mismo y la respuesta fue afirmativa. Me parece muy bien que reconozca algo que todos los ciudadanos vemos y me preocupa que lo reconozca el líder del partido más votado en España. No sólo en los partidos marginales, de grillados, que han radicalizado a PP y lo que antaño fue el PSOE, no, sino que ocurre en los dos grandes partidos. Al menos Feijóo lo reconoce. Mr. Handsome, en su sanchidad, parece empeñado en querer demostrarnos que tipos como Cerdán, Puente, Yo Yolanda o Montero son la élite. Nunca pudieron llegar más alto ni su partido caer más bajo. Echen un ojo, por ejemplo, al PSRM y a sus resultados presentes y futuros.

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Pesimismo. Aun así, aunque lo diga Feijóo y lo sepamos todos, esto de que nuestra clase política es un desastre no tiene solución. Y ojo, es la base de todos nuestros problemas, porque si nuestros políticos fueran gente preparada, capaz de desarrollar proyectos a largo plazo, con un fuerte poso ideológico, lecturas y sentido común, pues PSOE y PP se habrían puesto de acuerdo en los últimos años para evitar que los extremistas de uno y otro cuño enmerdaran la vida política, polarizaran la sociedad y nos llevaran al bloqueo en el que estamos, pero no. Habría pasado algo así como lo de Portugal, donde los políticos responsables y capaces de centroderecha y centroizquierda han salvado a su población del extremismo. Pero aquí el problema estriba en que esos tipos de bajo nivel que ocupan los puestos preeminentes y que son conscientes de su fatuidad impiden e impedirán que gente con talento, preparada, les quite el sitio. Porque imaginen dónde estarían tipos como Santos Cerdán, Koldo, Puente o Vélez si no fuera por la política. Y la gente capaz, la que tiene donde volver, cuando se ve rodeada por elementos así se vuelve a la sociedad civil.

Fluidez por conveniencia. Esta depauperación de la clase política, su falta de sentido de Estado, de preparación, de tener una mínima amplitud de miras para entenderse con el rival político por el bien común, nos lleva a vivir lo que estamos viviendo con Sánchez. Si Cs era un partido fluido, lo del partido sanchista ya no tiene límite. ¿Ideología? Ninguna. La que permita al líder seguir en el machito un par de días más, punto. La amnistía era anticonstitucional, ahora, cojonuda. Iba a meter a Puigdemont en la cárcel y ahora es un estadista que ama la constitución; y así hasta al infinito. No me cabe en la cabeza cómo sus fieles seguidores no se acuerdan de sus trolas de una semana para otra, no lo entiendo. Hace dos semanas Bildu era una izquierda moderna y ecologista, ahora son los herederos de ETA con los que nunca pactarán y después de las elecciones igual vuelven a ser cojonudos. Y su parroquia comprándole una mercancía que ahora es A, luego B y luego de nuevo A. Y ellos tan contentos.

Esos tipos de bajo nivel en puestos preeminentes impiden que gente con talento les quite el sitio

¿Demócrata? En ese trayecto el líder supremo ha demostrado que no es demócrata, la forma en la que deteriora entidades públicas que tenían cierto prestigio es la prueba: desde nombrar fiscal general a una exministra, pasando por el desembarco en EFE, el Constitucional o ahora lo de RTVE, son comportamientos de alguien que se cree el dueño del Estado. Lo de Broncano es de traca. A mí no me gusta Pablo Motos y no veo su programa, pero reconozco que es seguido por millones de espectadores a los que les encanta el formato y lo que se dice en su espacio. Luego, olé sus huevos. Algo hará bien, ¿no? La debilidad de Sánchez le lleva a pretender gastarse 28 millones de napos, del dinero de todos, sólo para ver si desbanca a ¡un presentador de variedades! ¿Eso es ser demócrata? Si un espacio televisivo no te beneficia, pues bienvenido a la libertad, a la democracia. Otros habrá que te pongan bien, ¿no? Pues no, pretende gastarse un pastizal en Broncano, que no es malo, ojo, pero que firma audiencias de 40.000 personas para contraprogamar a Motos que tiene 4 millones. Todo, con nuestro dinero. Un político sin los pies de barro no haría eso. Feijóo tiene razón.

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