Cuando titulo este artículo '75' no me refiero al aniversario de la muerte de Franco que Sánchez tanto se empeña en celebrar. Personalmente, no creo que la muerte de nadie sea un motivo para celebrar, ni siquiera la del dictador. Quizá sería mucho más celebrable ... la aprobación de nuestra Constitución o la de la ley para la Reforma Política en el 77 cuando el Régimen se autodisolvió para dar paso a la democracia. Pero claro, esas efemérides no le vienen bien a Mr. Handsome que, una vez más, ante el apuro, intenta recuperar la figura de Franco que, dicho sea de paso, murió en la cama. He titulado '75' esta humilde columna porque ayer alcanzamos un nuevo hito: el Gobierno de Sánchez perdió otra nueva votación en el Congreso, la septuagésimo quinta. Esto es, tenemos un Gobierno que en un año y medio ha perdido ya 75 votaciones en la cámara. Y no convoca elecciones.

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56. No me cansaré de repetir que este es el número de diputados que faltan al partido sanchista para la mayoría. Y este, y no otro, es el problema. Así no se puede gobernar. Aunque eso a Sánchez se la pela. Lo que quiere es resistir y atrincherarse para utilizar la maquinaria del Estado para intentar frenar los casos judiciales que afectan, tomen nota, a su mujer, su hermano, se ex número dos, al ayudante del ex número dos, al fiscal general del Estado y que empiezan a apuntar a varios miembros destacados de su gabinete. Todo se fue a la mierda el día que decidió venderse por 7 votos a Junts, un partido supremacista de extrema derecha cuyo líder se encuentra fugado de la Justicia. De traca. Habíamos aguantado sus incómodas alianzas con Podemos, el fiasco del 'sí es sí', la anulación de la malversación y la sedición para contentar a los separatistas golpistas e, incluso, los indultos. Pero lo de la amnistía fue su Rubicón.

Equilibrios. Esto le ha llevado a no poder, ni querer gobernar, porque entre esos 56 diputados que le faltan hay tipos que sueñan con un Euskadi marxista e independiente u otros que vienen del más recalcitrante carlismo catalán, tradicionalista y facha. El hecho de prometer a sus socios una cosa y la contraria ha terminado por llevar al Gobierno de Sánchez al colapso. La legislatura nació muerta, pero ahora el Gobierno está finiquitado. Y eso sin entrar en el análisis de cómo la corrupción sistémica que afecta al gabinete le hará caer. Esto está kaput, finito, 'game over'. El entorno de Puigdemont no se ha cansado de repetir que Cocomocho había llegado a un pacto con Sánchez: tú a Moncloa y yo a gobernar Cataluña. Lo engañó. Tampoco le ha salido lo de la amnistía, es lo que tiene montar una farsa así con una panda de incompetentes. Sánchez engañó a Puigdemont doblemente y este se lo va a hacer pagar. Ya dijo que «le haría orinar sangre», y lo está consiguiendo.

Moción de confianza. Es una bomba de relojería. Tras la última reunión fallida con Santos el carretillero -menudo bagaje- en Suiza, la cosa se puso fea y si el partido sanchista se opone a la misma no dejará otra salida a Junts que provocar elecciones. De momento la han aplazado. Pero es que si se arrodillan como han hecho, y la permiten, en febrero le viene un marrón de órdago a la grande. ¿Lo apoyarán sus socios? Y ahí viene lo de mentir a todos todo el tiempo: Sánchez ha prometido una cosa a sus socios rojos y otra distinta a sus socios fachas sobre el impuesto a las eléctricas. ¿A quién engañará? Junts y PNV tienen que defender a las eléctricas, Podemos y Bildu deben ir en contra. Sumar ni cuenta, lo que le digan. Ahí se va a liar gorda. Este estado de cosas hace absolutamente inviable la legislatura y máxime teniendo en cuenta a otro partido al que benefician las elecciones y que se la tiene jurada a Sánchez: Podemos. ¿Qué están sacando de esto los de Iglesias? Nada. Pero tienen la oportunidad de vengarse del tío que los engañó -¡qué raro!- y que creó Sumar para disolverles el partido. Casi lo consiguió, pero la impericia de Yoli Tenacillas lo impidió. En suma, que tanto Junts como Podemos están interesados en dejar caer a Sánchez, el problema es cómo lo venden a su gente. Y si hay moción de confianza, ¿cómo llegará el Gobierno a la misma con lo que está saliendo sobre corrupción? La legislatura está muerta.

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