El pasado noviembre, el cine Rex cumplió 110 años. Bajó la persiana en 2019. Da tristeza pasar por la plaza Cetina y verlo languidecer, hay que mirarlo de reojo, metido en segundo plano, detrás de esa horrorosa estructura de chapa arqueada de la parada de ... taxis, rompiendo la perspectiva de la simbólica fachada de este cine histórico. La alarma saltaba la pasada semana con la noticia de que este cine se encuentra un paso más cerca de convertirse en un espacio distinto para el que fue creado, porque la Junta de Gobierno del Ayuntamiento capitalino aprobó el proyecto de modificación del plan especial urbano que ampliaba su uso y dar más amplitud al negocio. Se rumorea, desde hace tiempo, que se va a convertir en un espacio diferente, multiuso, que podría ir desde un gimnasio a salas de juego y apuestas, recreativos, otro casino más, un gastrobar, o un gastromercado 2, como el de Correos.

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Al iniciarse este expediente municipal en 2022, la plataforma ciudadana creada para la defensa del cine logró recoger 13.000 firmas contra la ampliación de esos usos y en estos momentos están recogiendo firmas para recurrir ante la Comunidad la negativa de Cultura a abrir el expediente para declararlo BIC. Esta plataforma insiste en darle un uso «combo-cultural» para que sea viable mantenerlo como sala de proyecciones y ampliarlo a otras actividades culturales, como se hizo con el cine Cervantes de Sevilla, aunando la iniciativa privada y la defensa cultural de nuestros políticos municipales y regionales, que tienen que tener voluntad de recuperarlo con este fin.

La plataforma se ha manifestado ante la opinión pública y los medios porque quiere que se recupere su valor, el patrimonio histórico, la memoria de los murcianos. Se hace necesario la continuidad del Rex porque es un espacio para la cultura que no debemos perder, a pie de ciudad, un lugar con total accesibilidad, para personas mayores y personas incapacitadas. Somos muchos los que creemos que es imprescindible recuperar y mantener espacios culturales en el centro de las ciudades, como se hace con la recuperación de los restos arqueológicos árabes. Recuperemos el Rex, es una joya con diamantes, es el cine de nuestra vida, su reapertura es indiscutible, nos hará sentir que esta ciudad sigue viva, que no muere y que defiende la cultura.

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