Lo que ha ocurrido en los últimos diez días con la crisis política de Italia, y sobre todo la forma que han tenido de resolverla, señala las vergüenzas de la política española, que se muestra incapaz de reaccionar de modo semejante. Una y otra vez Italia enseña que los italianos juegan al politiqueo, algo en que los españoles hemos sido ávidos aprendices. Pero cuando llega la hora de la verdad, Italia siempre termina encontrando una solución, se deja de juegos y se aplica en beneficio del país. Lo que la clase política española es incapaz de hacer. No porque sea más difícil, sino por dos razones estructurales que en este artículo querría desarrollar. La primera es el sentido de ser un país con un destino compartido. Una Italia que vivió su unidad solo en el siglo XIX, por tanto muy tardíamente, ha reaccionado en esta crisis con un sentido patriótico común, que la hace más fuerte.
Publicidad
Tanto la pandemia, como la necesidad de aprovechar la oportunidad que le brindan los fondos europeos aprobados para ella (también para España), han hecho que todos los partidos políticos (excepto la extrema derecha de Hermanos de Italia), todos, de derechas y de izquierdas, populistas y demócratas de siempre, de tradición más socialista o más conservadora, del Norte o del Sur, hayan dejado sus rencillas y se apresten a apoyar a un experto de gran reputación por su trayectoria económica, como es Mario Draghi. Comparemos eso con lo que ha ocurrido y se acentúa cada vez más en España, donde se vive durante décadas la representación de una lucha cainita, otra vez y siempre las dos Españas, representando sus políticos una especie de farsa siempre electoral, incapaces de tomar decisiones conjuntas ni siquiera cuando la gente se está muriendo a raudales. Todos mirando la imagen, el voto posible, todos mirando qué es lo que los otros no hacen, sin aprestarse a hacer algo común. Y el pueblo español sufriendo esta incapacidad de sus políticos para el acuerdo y el diálogo. Es penoso.
Los españoles unidos en la tragedia, pero los políticos pugnando en la desunión. No es nuevo. Ya ocurrió cuando otra tragedia anterior nos golpeó. ¿Se acuerdan de los atentados de islamistas en Atocha, con más de cien víctimas mortales? El pueblo español se hizo una piña, mientras que sus políticos anduvieron a la gresca, todos intentando sacar partido contra los otros, incluso con la sangre de las víctimas todavía sin limpiar. No nos merecemos esto. Ni entonces ni ahora, que vivimos una tragedia no menor que la del terrorismo. Pero la clase política vive apoltronada en sus escaños, que piensan nada deudores de los españoles que los han puesto allí para que resuelvan problemas, no para que creen más de los que había.
Junto a la piña, que sí han sabido hacer los políticos de Italia, está la elección que ha hecho Draghi de los ministros que han de administrar los fondos europeos. De Transmisión Digital uno que ha pilotado Vodafone durante diez años, para la cartera de Economía el gobernador que fue del Banco de Italia y así he contado al menos siete con un currículum de expertos, bien formados, enterados de la materia.
No merece la pena siquiera comparar con el cuadro de insolventes, de personas nada o muy poco formadas que reúne nuestro Consejo de Ministros, pero no solo Moncloa, lo peor es que en los otros partidos no veo otra cosa que cargos cuyo mérito en el mundo de la empresa o como especialistas brilla por su ausencia. La política se nutre de haber militado en las juventudes de los partidos, salvo excepciones, que para poco cuentan. Repasen el currículum de Pedro Sánchez, el de Casado, el de Junqueras, el de Iglesias, el de Teodoro García, el de Montero. De modo que los ciento setenta y cinco mil millones de euros que vendrán de Europa, no tenemos quien pueda hacerlos productivos y sepa realizar las transformaciones que España necesita. Hemos elegido a quien no sabe hacer aquello para lo que ha sido elegido. Y encima no permite que nadie lo haga. Italia volverá a ganarnos. Por de pronto ha sabido hacer las cosas de manera que nos sacaría los colores. Si hubiera vergüenza.
Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.