El periodismo está en la calle: las historias, los personajes y las casualidades. Hay veces que sin pretenderlo, la noticia pasa por delante y la clave está en si el periodista la ve o le pasa de largo. Esta profesión es el paradigma de que ... los expedientes académicos están sobrevalorados, porque la asignatura de espabilado no está en el plan de estudios y es la más importante. Corremos el riesgo de convertirnos en oficinistas si nos pasamos el día en las redacciones. Los temas serán monótonos, previsibles e insípidos si nuestras fuentes son las redes sociales y el maná de cada día. El periodista de encargos que deje de pensar será prescindible. Hay que pisar las calles, abrir los ojos, detectar, investigar y relatar. Y llegar a la redacción con al menos un par de huevos en la cesta. Después ya veremos si son duros o fritos.
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