A Pilar Urbano le molesta que recordemos (riéndonos, claro) el famoso párrafo de 'El hombre que veía amanecer', su libro sobre Garzón. Empezó haciéndolo Arcadi Espada en 'Diarios', fijándose en un momento íntimo de alcoba entre Garzón y su mujer que Urbano trasladaba: «Sentado en ... el borde de la cama, un pie descalzo y el otro aún con calcetín, Baltasar mira a Yayo. Nota que ella recela». Se sorprendía Arcadi de que la autora compartiera la habitación con el matrimonio. Después de saber que el chico de Malasaña se inventó el ataque por unos encapuchados, no me resisto a reproducir este párrafo de un diario (punto es): «Pero llega un domingo por la tarde y lo hacen. Uno ha comprado ocho pasamontañas, uno por cabeza. Y han salido a la calle a plena luz del día. Así de impunes se sienten. Y han ido a Malasaña, que allí seguro que encuentran a un maricón...». Ahora no sé si reírme del 'piriodismo' de fantasía e imaginación o comerme un calcetín.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€

Publicidad