Lo mejor que le podría ocurrir a Murcia es quedarse sin nuevo Estatuto de Autonomía. Naturalmente, sin el nuevo, sin el antiguo y sin ninguno en absoluto. Y como antes: recibir al legendario motorista con la valija de las instrucciones.

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Los cuatro partidos que firmaron ... por consenso el nuevo Estatuto que ahora recorre su proceso reglamentario en las Cortes españolas, de los políticos antisistema a los teóricos guardianes del Sistema, dieron orgullosos a la sociedad una basura, hablando en términos científicos. Como el resto de Estatutos autonómicos. Crea ciudadanía que a la vez que se declara globalista es a cada minuto que pasa más aldeana. ¡El bable oficial en Asturias, lo que va a provocar que deje de ir a aquel lugar querido, con lo que me gustan las 'llampares' al ajillo! Espero dos buenas noticias contradictorias. Una, que como quiere el Gobierno murciano, se retire el Estatuto que mandó a tramitar al Congreso de los Diputados, porque allí le han introducido un par de enmiendas por supuesto a traición. Dos, que desde el Congreso le digan al Gobierno murciano que de retirar nada. Y que de todo ese sin Dios desde las Cortes se excrete un churro y no se aplique ni este Estatuto ni ningún otro. Espero que igual que Murcia fue ejemplo nacional en el fracaso de la fraudulenta Moción de Censura contra un Gobierno que era voluntad de los murcianos (ahí están todas las encuestas), sea también pionera en renunciar a participar en algo que no lleva a ningún sitio bueno. Murcia con Albacete tenía algún sentido. Sin Albacete, culpa exclusiva de los prohombres murcianos de entonces, no lo tiene. Leer las actas de las discusiones preautonómicas convidan a la melancolía definitiva. La ocurrencia de la posibilidad de llamarnos 'Región Frutalense' no fue lo más pintoresco de aquellas fechas tan oscuras. Qué lástima que, por respeto mal entendido, yo nunca viera la oportunidad de hablar en serio de esto con el que fue mi respetado amigo, cabeza visible de aquel proceso preautonómico, don Antonio Pérez Crespo.

Tengo escrito que Murcia es una autonomía inviable. Deberíamos integrarnos como provincia en Andalucía, en los Países Catalanes, a descalzaperro, o mejor en Madrid (la opción más inteligente), puenteando Castilla-La Mancha. La provincia de Murcia como segunda provincia de la Comunidad de Madrid, salida al mar madrileña por el sur como Cantabria lo es por el norte. Con las mismas normas y pujanza que la capital de España. Hasta los de Cartagena estarían tal vez de acuerdo, que sería lo primero en que estarían alguna vez con los murcianos.

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