Cuando era más joven tenía una teoría para casi todo. Era capaz de encontrar una solución a los conflictos internacionales más enraizados en una sobremesa. ... Tenía una respuesta sencilla para todo tipo de crisis familiares, enfermedades ajenas o fenómenos paranormales de cualquier naturaleza. Incluso hubo una época en la que llegué a creer que comprendía el corazón de las mujeres. Fue algo fugaz.
Publicidad
Cuando era más joven tenía una explicación para cada cosa. Veía la duda como una debilidad propia de personas inseguras o perezosas. Sabía que el meollo de la vida se concentraba en unos cuantos libros y algunas películas. Que allí se hallaban las respuestas a todas las preguntas importantes. Lo único que había que hacer era atrapar con lazo unas cuantas frases redondas, guardarlas bajo llave y estar preparado para ponerlas a desfilar cuando tuviera la más mínima oportunidad.
Cuanto era más joven tenía proyectos. Planes perfectamente diseñados con su cronograma y con sus hitos. Visualizaba con claridad qué estaría haciendo en cada etapa de mi vida con absoluta nitidez. No tenía ninguna duda sobre lo que habría de hacer en cada momento. No solo eso. También sabía con meridiana exactitud qué es lo que tenían que hacer los demás. Y hasta me permitía el lujo de ofrecer consejos que nadie me pedía.
Ahora que me voy haciendo mayor, no tengo apenas teorías. Casi todo lo que pienso podría ser cuestionado. Me he cansado de ser testarudo y soy capaz de perder la razón. No encuentro explicación a la mayoría de las cosas que suceden delante de mis narices y no entiendo por qué la gente hace lo que hace. Soy incapaz de enfrentar las dificultades con la serenidad que recomiendo a los demás.
Publicidad
Ahora que me voy haciendo mayor soy capaz de reconocer con facilidad qué significa perder el tiempo, qué cosas no merecen la pena y hasta creo poder identificar una persona tóxica en el tiempo que dura un café. Escucho mucho más y hablo mucho menos. Pero escribo, porque escribir ha sido una terapia maravillosa cuando el barco naufragaba y solo podía salir a flote amarrándome al lápiz y al papel. Algunas de las cosas que escribí nunca ocurrieron, pero todas pasaron de verdad.
He sido capaz de acumular los suficientes recuerdos como para rellenar, sin fisuras, todos los años que me restan mientras los rememoro y, con un poco de suerte, los repito. He logrado un puñado de amigos maravillosos. He formado una familia de dos a la que no le ha faltado nadie. He conseguido trabajar en un lugar en el que me pagan por aprender. Y he procurado no perderme nada que no fuera en contra de mi salud o de mi alma. Nunca he cruzado esas líneas.
Publicidad
El ser solitario que siempre estaba rodeado de gente de mi juventud se ha convertido en un individuo social que casi siempre está solo. He entendido que algunas de las cosas que te pasan las mereces, pero, que la mayoría, no. Y que, en realidad, cualquiera de las dos posibilidades acaba siendo irrelevante. A estas alturas de mi vida, he tenido tiempo para caer en varias de las incoherencias que mi yo más joven no me hubiera perdonado. Para cada una de ellas tengo un par de excusas.
Mientras me voy haciendo mayor, he ido viendo como muchas de las certezas de mi primera juventud se han desmoronado bruscamente, dejándome frente a un tipo que se parecía mucho a mí, pero con tantas cicatrices que sería difícil de reconocer. He comprendido que no existe una razón que explique todo lo que nos ocurre. Que al final, las cosas pasan y ya está.
Publicidad
El joven que ya no soy asoma a este nuevo año desgastado pero pleno, consciente de lo que le toca y agradecido por cada una de las cosas que le han situado justo en este lugar, a los pies de 2023. Con ganas de comenzar a escribir el siguiente capítulo de mi vida, algo que afronto con la ilusión casi intacta y una dosis justa de resignación que ayude a moderar las expectativas. Prefiero que las buenas noticias me pillen con la guardia baja.
Estoy preparado para Empezar otra vez.
Oferta de aniversario: 4 meses por 2€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.