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Le dedico mi silencio

Los creadores de historias solo tenemos el infinito cauce de la palabra

Miércoles, 15 de mayo 2024, 00:40

El título de esta columna se lo he copiado a Mario Vargas Llosa. Yo no soy buena eligiéndolos. Mis criaturas literarias se llaman 'borrador' hasta poco antes de ver la luz. Me da la sensación de que los títulos de las novelas poseen una premura ... inquietante; la de contarlo todo en cuatro palabras como si se tratara de un microrrelato, ignorando las tribulaciones que acompañan su publicación. Ingenuamente, y por qué no decirlo, con curiosidad morbosa, al ver el ejemplar en la librería pensé que aquel misil hecho de palabras estaba dedicado a la Preysler. La pareja acababa de romper el vínculo azaroso que les unía y me pareció que era tan preciso como un adjetivo bien elegido. A causa de su amor, el premio Nobel había navegado a regañadientes por las páginas del papel cuché bajando peldaños hacia escaparates poco deseados.

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