Conocí al secretario general del PP, Teodoro García Egea, en una comida en el bistró Continental con el diputado en Cortes (lo mismo que era el jovencísimo Teo) Arsenio Pacheco, quien ha tenido una existencia desgraciada. Vino también el alcalde de Cuevas de Almanzora. Me ... pareció un chico con carisma, despabilado, sensato, cortés, próximo. También había algo mecanicista en su impecable actitud, que repitió cada vez que lo encontraba. Lo achaqué a su brillantez. O a su afición al triatlón. Se notaba llegaría lejos. Tal vez demasiado lejos. Aquel Teodoro parecía un hombre fiable. Pienso era la realidad. La de entonces, no sé si algún minuto más. Ser un hombre del que uno se puede fiar es buena estrategia para llegar a lo más alto, a condición de no abandonarla.

Publicidad

Esta semana he visto, entre dos facciones del PP, lo más parecido al guateque con piscina que sale en 'El lobo de Wall Street', incluyendo al bueno de Almeida. Todos de pasote. Y nadie se había metido 'quaalude'. Algo acelerada me ha parecido siempre Díaz Ayuso, que en condiciones normales hubiese sido presidenta del Gobierno español. Es una apostadora, todo a un número. Siempre sale su número, hasta que no sale. Pero el frío Pablo Casado pareció, al intentar explicarse, una pura contradicción. Ya lo próximo es, como Leo Di Caprio en 'El lobo'd, farfullar incoherencias, salir reptando del club de golf como una sierpe y estrellar el Ferrari Testarossa (no solo se ha estrellado el 'avión' del jefe de comunicación de Ayuso). Y no sé qué le ha podido ocurrir a Teodoro. Quizá haya algo de Cuarto Milenio entre las paredes de Génova, 13, y por eso Casado pidió volar la sede, o mudarse. Pero algo mora allí que impide mudarse. No reconozco a aquel Teo en Teo. El tiempo corroe las virtudes, pero a él le queda para llegar a esa edad. ¿Qué se ha hecho del partido, maromos, del país? Los Carromeros explican solo parte. Ahora, todos han muerto y son como ese camionero (que no carromero) que, hace muchos años, telefoneó a un programa de radio diciendo que se sentía confuso porque había tenido un accidente, cuando en realidad había fallecido al instante en él.

No creo que Ayuso dure lo bastante como para supervivir. Casado está muerto, aunque no se lo dirán de inmediato. Levy, Montesinos, Almeida, Cuca, Miras, Casero... y los demás, acabados. Tal vez el único que resista sea Carromero en persona, y lo veamos alquilándose a Sánchez como experto en trabajos finos. Teo, me gustaría que volviéramos atrás, y supongo que, pese a ese optimismo tuyo que, como todos los optimismos, siempre me ha parecido un pelín obsceno, acabarás pensando igual. Mentiría si dijese que esto puede superarse: te lo dice un muerto, un acabado. Es lo que me voceó Ginés Navarro cuando pasó a ser nadie en el PP, habiendo sido una viga maestra, tras responderme «estoy bien» a una pregunta formularia y andar yo tres pasos. «Eh, José Antonio... No estoy bien». Lo prudente, para quien pueda, sería irse de España

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€

Publicidad