Protagonistas del triunfo sin precedentes en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda hace un mes, las futbolistas españolas siguen decididas a exprimir su momento para conseguir una reestructuración de la Federación que responda a la convulsión generada por la actuación de Luis Rubiales. Después ... del episodio del beso en la boca a Jennifer Hermoso del ahora expresidente, en realidad el detonante de un malestar que llevaba años gestándose, 21 de las 23 campeonas y otras 18 compañeras más defienden que ni la salida del máximo responsable federativo ni el despido del seleccionador Jorge Vilda resultan suficientes para conformar «un lugar seguro, donde se respete a las mujeres, se apueste por el fútbol femenino y podamos dar nuestro máximo rendimiento». La contundencia del comunicado conjunto aporta la claridad que demandaba el entusiasmo más fariseo; consumada la salida de Rubiales, al que aguarda un largo recorrido en la Audiencia Nacional, las profesionales no mpulsan un plante, sino una llamada a la reforma y el acuerdo. Que, en vísperas de la Liga de Naciones clasificatoria para los Juegos Olímpicos, exige a la FEF una actuación adecuada y rápida.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Infórmate con LA VERDAD: 1 año x 29,95€

Publicidad