Bienvenidos a su programa de radio preferido que le acerca la actualidad de los mercados bursátiles de la política actual. Son semanas de infarto. Los ... parqués están ardiendo. El desplome del mercado a futuros de ciertos valores ha desatado una tormenta de OPA, compra y venta de acciones, votos y acuerdos en paralelo que generan turbulencias en las cotizaciones del voto de representante público.

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Cuando todos andábamos preocupados atentos a los indicadores de la pandemia, por la incidencia acumulada, el mercado a futuro de acciones naranjas se desplomaba tras rendir una pobre cuenta de resultados en Cataluña. Sus accionistas corrieron a negociar con la matriz de otras grandes empresas para asegurar valor antes de su previsible desplome. La gran corporación colorada aprovechó para un movimiento redondo: armar una OPA coordinada para conquistar votos y cuotas de mercado en diferentes plazas españolas contra posiciones de la rival azulona. Cuando estallaron las OPA, el parqué en Madrid abrió en negativo y los azulones convocaron votación del accionariado. Sorprendió la táctica corporativa pues la empresa colorada no tenía armada una alternativa quedándole un panorama tirando a soso cuando no de SOS.

Los socios morados ven desplomar su cotización en la Joint Venture Gobierno de España. Su omnipresidente, cual Cómodo, ha maniobrado con un golpe de efecto bajando a la arena, imponiéndose sobre candidatas y primarias. Pero el golpe se lo lleva él. Pensaba que era una opción de compra. Y no. Debe dejar su cargo. Competirá contra su 'spin-off' a pesar de las intentonas de fusión-absorción; la canibalización de mercado augura un desastre para las acciones moradas y un repunte azulón. Este baile de cotizaciones revitaliza el mercado de fichajes de ejecutivos y ampliaciones. Desde que años atrás dinamitaran la corporación magenta, Cantó y Lozano se han marcado un tú a Boston y yo a California. Se enfrentarán con sendos maletines de piel de camaleón para sobrevivir 7 vidas, sin salir del coma, con sus manuales de resistencia.

En la Región de Murcia, la OPA se saldó con subasta al peso del voto de diputado con opción de compra y absorción. Los azulones maniobraron una contra-OPA, como Mario Conde, con sobrepuja. Otro fracaso colorado que ni con esa. Así, la plaza del sureste no cambia pero se tiñe de Frankenstein y altera sorprendentemente las dos divisiones más activas ante la pandemia, Educación y Sanidad. En la capital de la Región, el caso Figalejo ha tumbado la cuota de mercado para la corporación colorada. Exiguo rendimiento para tantos fastos, pero que complicará los futuros azulones.

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Mientras, el virus avanza y, según el Banco de España, nos asolan graves nubarrones de crisis. Pero sigamos con el mercadillo, amigos. Este mercadillo de desechos de tienta.

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