Umberto Eco sigue teniendo predicamento. Se hace más caso a los muertos listos que a los vivos listos. Después de Yourcenar, solo a Eco se le permite una novela histórica (que las novelas históricas, casi todas vulgares, tengan éxito me parece tan anormal como que ... la gente se ponga sandalias Birkenstock; si quiero leer sobre la época de Dickens leo a Dickens). El vídeo de un paseo por su biblioteca tuvo mucho éxito. Miras todo ese papel y recuerdas que alertó de que si todos los chinos usaran papel higiénico se acababan los bosques. También alertó del peligro de las redes sociales en el debate público: «Dan derecho de palabra a legiones de imbéciles que antes solo hablaban en el bar sin hacer daño a la sociedad». Siendo cierta, es una frase del pasado. Leo que Picquot, dirigente de Twitter en España, deja su cargo por la arbitrariedad al publicar o censurar. Ahí está el tuit de Echenique alentando las protestas. Eco se ha quedado viejo.

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