Tal y como estamos educando y fomentando ceporros, habrá un momento en que los que hayamos estudiado o malestudiado antes de la LOGSE seremos sabios. Solo será necesario que nos sepamos el bachillerato, como Fernando Fernán Gómez. Pero todavía quedan sabios de verdad. Y aunque ... mueran, dejan sus extraordinarios libros. Aquilino Duque era uno de esos sabios auténticos. Esencialmente poeta («para mí la poesía no es un género sino un don o una vocación») y, por trabajo, funcionario internacional. Cosmopolita y español. Se definía como reaccionario. Ojalá todos los reaccionarios fueran así. En una entrevista de Yanire Guillén decía que era un hombre feliz. Que España vivía en un estado de golpe desde el 23-F. Y pedido un consejo para la derecha política española, dijo esto: «En vísperas de nuestra guerra, le hicieron a Belmonte una pregunta parecida, y él contestó: 'Yo toreo igual para el sol y para la sombra'». Hoy no te dejan ser Belmonte.

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