Efecto multiplicador

Ahora bien, quizás a su pesar, y tal vez porque tiene a su izquierda a Sumar, Podemos y etcétera, el caso es que la economía no va mal (contra pandemias, volcanes, guerras...), nada de alcanzar el cielo, nada de establecer el reino de la justicia social en este mundo, pero la economía no va mal, ni el empleo. Dejemos también el griterío enloquecido de Milei o de sus amigos españoles y miremos las cosas con algo de objetividad: no es cierto que todo vaya tan mal.

Esto, claro, es ideológico: de la crisis se sale mejor con políticas socialdemócratas que liberales. Pero no solo eso, yo creo firmemente que también es mejor para la mayoría de las empresas (las pequeñas y medianas). Nadie habla aquí de cerrar empresas, bares y discotecas. (Bueno, algunas habría que cerrarlas). Sí, esto es ideología. Creo en el efecto multiplicador de la economía a partir de inversión pública pero, también, de subida de sueldos junto a la creación de empleo. Claro, estoy pensando en Keynes. Yo no tengo ni idea de economía, me fijo en los que saben y en las evidencias, buenas consejeras.

Es evidente: si alguien con trabajo y sueldo digno va al quiosco y compra algo (ojalá que un periódico) deja unos céntimos de ganancia al quiosquero, lo que permitirá a este ir al bar de la esquina a tomar un café, lo que supondrá que el del bar contrate a un nuevo empleado y además comprarse dos camisas y unos pantalones en los grandes almacenes, que a su vez quizás tendrán que contratar más empleados o empleadas. Y así. Lo contrario, recortar, bajar sueldos, lanzar gente al paro, es la solución neoliberal a las crisis. En el hundimiento financiero de 2009 se actuó así. Y Rajoy, conservador, lo que hizo fue subir impuestos y bajar los sueldos a los funcionarios.

Espero ataques y desacuerdos, pero sería bueno presentar otras evidencias, sin insultar. La próxima vez hablaré de Adam Smith, padre del Liberalismo y de la economía política, verán cómo está bastante de acuerdo con Keynes.