Lo diré con urgencia: el asalto por parte de Hamás a territorios israelíes, con asesinatos masivos y crueles, es un simple y vulgar acto terrorista. Sin paliativos. Que Hamás es –no solo Israel– verdugo de su propio pueblo en la franja de Gaza es indudable, ... al margen de lo que fue la legal Autoridad Palestina, otrora dialogante representante de los desdichados palestinos, hoy acobardada e insignificante en el también 'refugio' de Cisjordania. Y que Israel tiene derecho a defenderse es igualmente inapelable. Pero hasta aquí. A partir de ahora comienzan los matices, históricos y presentes.

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Israel fue un pueblo sin mapa ni patria, sin territorio. Pero Palestina, desde la antigüedad más remota estuvo siempre ocupada o colonizada por alguien. Hasta esa repartición injusta y vigilada que hubo hace unos años. Tras el horror y exterminio nazi de judíos, tras la Segunda Guerra Mundial, y tras descubrirse el espanto, el mundo, con mala conciencia, se apresuró a crear el Estado de Israel a partir de 1948, pero se hizo precipitadamente, olvidando que desde hacía milenios allí había otro pueblo sin patria y con derecho a tenerla.

El pueblo judío, repartido desde siempre por todo el mundo, incluida España desde el medievo –nuestros conmovedores sefardíes–, ha dado tantos frutos intelectuales y de todo tipo a la cultura humana, y tantos personajes grandiosos, que sería bobo intentar ahora hacer un listado con nombres. Todos tenemos muchos en la cabeza. Es más, ahora, en la actualidad y en el interior de Israel, hay numerosos intelectuales críticos con sus propios gobiernos, que apoyan una solución justa para Palestina, y que lo expresan libremente, como en cualquier democracia. Porque Israel, por muchos defectos que le podamos buscar, es una democracia. Y no los escuchamos.

Pero en Palestina, con mucha menos tradición ilustrada y teórica, también los habrá, los hay, menos, pero además silenciados por Israel y por su propia dictadura interior ejercida por Hamás. Y no los escuchamos, ni siquiera nuestras izquierdas bien pensantes que los jalean sin escucharlos desde el confort occidental. En 1980 el maestro arabista Pedro Martínez Montávez tradujo y editó 'El poema es filistín' ( Palestina en la poesía árabe actual). Encontramos ahí poemas conmovedores que también reflejan la desolación y la desesperanza.

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Están muriendo niños y santos inocentes en las dos partes. Es un horror enfrentado. Personalmente estoy desesperanzado, no veo una solución justa por ninguna parte. Quizás generaciones futuras la vean. Ojalá. Salam. Shalom.

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