Senectud, divino tesoro

Para los partidos que gobiernan, sobre todo el PSOE, esta moción es, también sin ninguna duda, un regalo. Es como si, de forma conjunta, le hubiese tocado el bote del Euromillón, el Gordo de Navidad y el sorteo del Día del Padre de la ONCE. Con lo que cuentan las encuestas, excepto las del CIS, es como si hubiesen pedido un milagro y se les hubiese concedido; eso sí, multiplicado por treinta. Pedazo de regalo. También, claro, en clave electoral. Ocuparán espacios y opiniones. Movilizarán y convencerán. Transmitirán la imagen de lo que se nos avecina; similar al infierno de Dante. El apocalipsis será poco con lo que ocurrirá si hay que pactar con el responsable de esta moción, de este desprestigio de las instituciones.

No es pequeño el impacto que el circo que estamos viendo tiene en una de las instituciones centrales de la democracia, el parlamento. Hay un partido que se considera, a sí mismo, el tarro de las esencias de españolidad, pureza, una, grande y libre. Pero que tampoco se corta cuando se trata de hacer un uso cínico de las reglas de la democracia.

Lo que realmente debería interrogarnos es el comportamiento de un académico respetado y que ha hecho relevantes aportaciones a la compresión de la economía de este país. ¿Cuáles son sus motivos? ¿Qué ha pasado por su cabeza para prestarse a esta tristísima aventura? Cuentan algunos estos días en la prensa que tiene que ver con su soberbia intelectual y con sus frustraciones políticas. ¿Realmente Tamames se ve de presidente?

Uno de los grandes politólogos italianos, y que sí ha tenido una proyección que traspasó las fronteras de su país y su tiempo, fue Norberto Bobbio. Uno de sus últimos libros se llama 'De Senectute'. En este texto, Bobbio hacía un balance de una vida, la suya, que había estado dedicada a la enseñanza y a la reflexión sobre el derecho y la política. También, entre otras cosas, hacia una reflexión sobre la vejez y un alegato contra la marginación del anciano en nuestras sociedades. Bobbio le copió el título de su libro a uno de los grandes pensadores y actores políticos. Marco Tulio Cicerón, sobre el año 40 antes de Cristo, escribió que la vejez no es sinónimo de invalidez cuando se ha llevado una vida activa y noble. Otro italiano, literato, conocido en gran medida por el afán de James Joyce, también escribió otro libro llamado 'Senectud'. Italo Svevo muestra, en ese texto, cómo la vejez no nos hace más sabios, ni más humildes. Algo que va en contra de muchos refranes pero que parece muy sensato. Pero lo más relevante en el libro de Svevo es que la vejez lo que sí hace es que nos sigue convirtiendo en sujetos que impulsan su imaginación para intentar crear nuevas realidades, nuevos mundos paralelos. En ese hemiciclo tan triste, tan devaluado, tan patético solo era capaz de ver el personaje de Svevo cuando las cámaras enfocaban al candidato a presidente del Gobierno.