Se llama Pepe Morales, y es un ángel que, con su equipo, trabaja sin horario remediando problemas inimaginables de seres humanos desesperados. Esa es la ... mejor definición que puede darse de él, aunque, en realidad, es el responsable del Área de Emergencia Móvil de Atención Social o Semas (Concejalía de Bienestar Social, Familia y Salud del Ayuntamiento de Murcia). Este Servicio de Emergencias Sociales es uno de los más antiguos de España y tiene una característica única: los equipos que lo forman están integrados por trabajadoras sociales (como él) y policías locales, destinados estos últimos permanentemente en Servicios Sociales, y cuya labor es aquí eminentemente humanitaria.
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En un momento cuando, por diferentes causas, la salud mental ya representa un grave problema social, al igual que la cantidad de personas que se encuentran en situación de máxima exclusión social, en un entorno de violencia familiar, en un ambiente de abandono, o directamente ancianos solos y olvidados, el Semas se convierte en esperanza para quienes muchas veces no pueden pedir ayuda por sí mismos. Personas que viven en la calle, a quienes les cuesta ir a una oficina en busca de auxilio, son precisamente las que encuentran en este equipo un salvavidas, puesto que son ellos quienes van a llevar hasta ellos la ayuda. Y es justo Pepe Morales quien, con su teléfono disponible las 24 horas, coordina y gestiona la atención a esas urgencias, asegurando una respuesta rápida y efectiva.
El trabajo del Semas no se limita solo a atender emergencias individuales. También interviene en situaciones de emergencias extraordinarias como incendios, pandemias, danas, olas de frío o calor y cualquier otra crisis que ponga en peligro la integridad de los ciudadanos más vulnerables. Así ocurrió en la tragedia de Atalayas donde, con el resto de intervinientes, su presencia fue fundamental para gestionar el drama humano tras el siniestro. Sin duda, este servicio es un engranaje vital en la maquinaria del Trabajo Social en Emergencias de Murcia.
Ninguna labor de este calibre sería posible sin el equipo humano que lo sustenta. Aquí, lo que cuenta son dos factores clave: la efectividad y la empatía. La capacidad de respuesta inmediata, la coordinación precisa y la calidez humana (de la que tanto sabe Pepe Morales) con la que se aborda cada caso, marcan la diferencia entre la desesperanza y una nueva oportunidad para muchas personas.
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He conocido de primera mano casos que me han encogido el corazón y no dejo de preguntarme cómo es posible que quienes trabajan en el Semas logren enfrentarse cada jornada a realidades tan desgarradoras sin perder su humanidad. Niños pequeños abandonados a su suerte, sobreviviendo con un progenitor alcohólico o drogadicto, siendo ellos quienes cuidan del adulto mientras se esconden del mundo para evitar ser separados. Ancianos que han sido desvalijados de sus ahorros de toda una vida y son abandonados a la más absoluta soledad en sus propios domicilios. Cuando le pregunto a Pepe cuál es el secreto para no endurecer el corazón ante tanta adversidad, me dice que hay una diferencia entre trabajo y vocación. Y que cuando se carece de vocación de servicio, mejor buscar otro lugar para trabajar. No se trata solo de atención social, sino de tratar de devolver dignidad a quienes la han perdido. Una mirada comprensiva, un abrazo en el momento justo o una solución efectiva a un problema desesperante pueden marcar la diferencia en la vida de alguien que quizás ya lo ha perdido todo. Y eso es lo que hace el Semas cada día, con el liderazgo incansable de Pepe Morales.
Más allá de su profesionalidad, Pepe es un ser humano excepcional, alguien que no se esconde tras su cargo ni delega responsabilidades cuando la urgencia lo requiere. Es de los que salen a la calle, de los que dan la cara, de los que no temen ensuciarse las manos por el bienestar de los demás. La vocación que demuestra en cada caso que atiende es un reflejo de lo que debería ser cualquier Servicio de Emergencias Sociales: cercano, resolutivo y, sobre todo, humano.
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Ojalá que este Servicio de Emergencias Sociales pionero, reconocido y respetado siga alcanzando metas, creciendo y mejorando; ojalá Pepe continúe al pie del cañón (me consta que ha pospuesto su jubilación) para poder seguir disfrutando en esa entrega a los demás. Porque su legado, su generosidad y su espíritu de servicio permanecerán imborrables en la historia de Murcia y en el corazón de todos aquellos a quienes, junto con su equipo, tiende y ha tendido la mano en sus momentos más oscuros.
(Hace unos días, el Colegio Oficial de Trabajo Social de la Región de Murcia le ha otorgado el último de los reconocimientos que atesora... por ser su colegiado más veterano en ejercicio).
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