Las elecciones de este 9-J no solo serán relevantes para la configuración de unas políticas comunitarias que tienen un especial impacto en la Región de Murcia. Aunque los dos grandes partidos nacionales esquiven esta lectura, por lo incierto del resultado, el escrutinio de hoy puede ser clave para la legislatura de Pedro Sánchez
Tras recoger el pasado jueves uno de los premios de la revista XLSemanal, la pensadora Adela Cortina argumentó con brillantez por qué no tenía razón uno de sus maestros cuando decía, medio en serio medio en broma, que la filosofía es una ciencia con la cual y sin la cual te quedas tal cual. Un día después terminó la campaña de las europeas y de alguna forma sentí, como otros muchos ciudadanos, que me quedaba tal cual, tal cual estaba cuando arrancó. Probablemente porque las campañas electorales ya no están orientadas a la suma de nuevas adhesiones para un candidato o un proyecto político, sino fundamentalmente a movilizar al electorado ya convencido para evitar que se quede en casa. Es una lástima que las campañas tengan tan poca enjundia porque esta cita es capital por todos los desafíos que están en juego, especialmente para una Región como la nuestra que se encuentra en el epicentro del calentamiento global, el fenómeno de la inmigración o las nuevas estrategias para la defensa, entre otras cuestiones, de semejante calado y complejidad.
Lo cierto es que en España, como en la mayoría de los 27, estas elecciones a las que están convocados 373 millones de europeos para elegir a 720 representantes en el europarlamento han estado sobre todo condicionadas por la agenda nacional de los partidos políticos y los asuntos que en cada lugar son objeto de especial confrontación. En LA VERDAD hemos hecho un esfuerzo diario con reportajes en profundidad sobre los grandes asuntos europeos y cómo nos afectan, pero si uno examina el debate público nacional constatará que se ha hablado mucho más de Begoña Gómez o del argentino Milei que de los retos europeos. De ahí que a la postre el interés público se acabará focalizando en saber si Pedro Sánchez sale debilitado o reforzado de las urnas tras la imputación judicial de su esposa por presunta corrupción. Ni Sánchez ni Feijóo son candidatos, pero sus liderazgos serán examinados a la luz de los resultados. Los comicios también tendrán una lectura regional. Las urnas mostrarán cuál es hoy el apoyo popular de cada uno de los partidos con representación en la Asamblea.
Todos estos análisis postelectorales son pertinentes porque no se puede obviar que, en función de los resultados a nivel nacional, la legislatura de Pedro Sánchez puede estar llegando a su fin o ser catapultada con renovada fuerza. A priori no podemos descartar que las citas con las urnas hayan acabado en 2024. Todo es posible. Incluso elecciones generales anticipadas antes de que finalice este año.
El desenlace de los comicios de hoy me parece especialmente incierto. Lo único que se antoja más que probable es un alto nivel de abstenciónpor la fatiga electoral de los españoles. Ganará quien más movilice a sus votantes consolidados. Visto el desarrollo de la campaña, con su tono especialmente bronco, apostaría a que los más beneficiados de la polarización de alto voltaje serán el PSOE y Vox. Si vencen los populares o lo hacen los socialistas será probablemente por escaso margen, lo que dejaría el escenario nacional tal cual está. En las actuales circunstancias, a Sánchez le bastaría con quedar por encima, aunque fuera por la mínima, sumando sus apoyos con el de todas las fuerzas con las que ha pactado esta legislatura. Por el contrario, el líder de la oposición necesita una victoria más contundente para afianzarse como alternativa real. El otro gran punto de interés de estos comicios está en calibrar el ascenso en la UE de las fuerzas políticas de extrema derecha, especialmente en Francia y Alemania. No solo tendrá su importancia de cara a sus citas electorales internas, sino también para la composición política del Parlamento, lo que a su vez resulta crucial para la elección de quién encabezará el Ejecutivo comunitario y sus 27 comisarios.
El Parlamento Europeo carece de poder para impulsar iniciativas legislativas, lo que corresponde a la Comisión. Puede analizarlas, debatirlas, proponer enmiendas y aprobarlas. Pero el mando real para impulsar estrategias políticas y normativas comunitarias recae en el Ejecutivo presidido en estos últimos cinco años por Ursula von der Leyen, que a su vez está muy condicionado por los acuerdos en el Consejo donde están representados los 27 Estados miembros. Estos equilibrios de poder permiten que Von der Leyen aspire a repetir al frente de la Comisión sin necesidad de ser candidata o que el PP pueda advertir de que vetará que Teresa Ribera sea comisaria en el próximo Ejecutivo europeo. Meses antes de que se vote hoy, Von der Leyen ya comenzó a trabajarse los apoyos para un segundo mandato, aflojando en política medioambiental, apostando por una nueva estrategia de defensa y con guiños a las fuerzas más conservadoras.
El nuevo escenario europeo comenzará este noche a configurarse. Habrá que seguirlo de cerca porque las políticas comunitarias son especialmente importantes para nuestra Región, que hoy celebra su Día en este contexto sociopolítico tan especial. La campaña, como decía líneas arriba, fue anodina en su contenido, pero los cambios que desencadenarán nuestros votos serán profundos. No lo olvidemos.
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