Necesitamos más energía limpia y barata para sustituir los combustibles fósiles y transitar hacia una economía descarbonizada. También la precisamos para la digitalización, la inteligencia artificial y el 'big data'. Sin embargo, avanzaremos poco en la Región sin una red de transporte eléctrico más eficiente y con bajo impacto ambiental
Tanto la inteligencia artificial como el 'big data' tienen costes ambientales que pasan desapercibidos para la mayoría de los ciudadanos cuando utilizamos chatbots, como el ChatGPT de la firma OpenAI. Cada vez que solicitamos una respuesta, en esa fracción de segundo que tardan los chatbots en respondernos se producen miles de operaciones de cálculo en los servidores de los centros de datos, lo que genera mucho calor en los equipos informáticos y obliga a un ingente consumo de energía para enfriarlos y asegurar su buen funcionamiento. Generalmente se utilizan sistemas de refrigeración que precisan de grandes cantidades de agua. Por ejemplo, el que en Talavera de la Reina está proyectando Meta, la compañía de Mark Zuckerberg que es propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp, consumirá más de medio millón de metros cúbicos anuales, el 8% de los recursos hídricos del río Alberche asignados a esa ciudad toledana. La cantidad inicialmente demandada de agua era seis veces superior, pero la firma estadounidense ha tenido que rebajar sus pretensiones para ver autorizado su centro de datos, que ocupa nada menos que 191 hectáreas. Una alternativa para enfriar los servidores de estas instalaciones son enormes aparatos eléctricos similares a los industriales de aire acondicionado. En ambos casos, estos centros de datos necesitan infraestructuras de transporte de electricidad que deben ser fiables y tener gran capacidad para hacer frente a una demanda que será clave para garantizar todas las inversiones previstas en los próximos años. De hecho, si no se produce una mejora sustancial por el Gobierno de la red eléctrica difícilmente se conseguirán los objetivos de digitalización, descarbonización y transición a energías limpias fijados para 2030.
Esta semana, el consejero Juan María Vázquez se reunió con la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, y reclamó un incremento urgente de la inversión en la red de transporte de energía eléctrica en la Región para no malograr proyectos industriales estratégicos. Vázquez insistió en la necesidad de crear tres nuevos 'corredores' regionales en la planificación que la Secretaría de Estado de Energía ya prepara con Red Eléctrica para el periodo 2025-2030. La inversión del actual plan del Ministerio en la Región es claramente insuficiente: 69 millones, el 1% de los 7.453 millones distribuidos en toda España. El Ejecutivo autonómico hace lo correcto en un asunto que es crítico para la economía regional. Contar con una red eléctrica eficiente, y con el menor impacto medioambiental posible, no solo es importante para los centros de datos. Lo es para todo el tejido industrial pues la electrificación es la vía fundamental, junto al biogás y el biometano, para lograr los objetivos de descarbonización fijados por la UE para 2030. Esta semana, en Murcia, las empresas de la industria alimentaria que forman parte de Agrupal debatieron precisamente sobre este asunto en una jornada celebrada con motivo del centenario de esta asociación. El director global de Hidrógeno Verde y Descarbonización Industrial de Iberdrola, Millán García-Tola, dejó muy claro en ese foro hasta qué punto es importante esa mejora de la red de transporte para la electrificación que permitiría a las empresas murcianas reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero.
La deficitaria red de transporte energético de la Región también puede poner en peligro inversiones ya previstas en energía fotovoltaica, pues no está garantizada toda la capacidad necesaria de evacuación a la red. Especialmente preocupante es la situación del Noroeste y el Valle del Guadalentín. Hace años que la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier) venía alertando de los problemas de saturación de la red eléctrica en la Región, lo que ha afectado sobre todo a los pequeños y medianos productores. Ahora también son las grandes plantas fotovoltaicas proyectadas las que podrían encontrarse con el problemas de acceso eficiente, propiciándose una fuga de renovables de nuestro territorio.
Existe un convencimiento generalizado de que si bien España ha avanzado en la generación de energías renovables, la inversión en infraestructuras de transporte de electricidad, especialmente en comparación con otros países de nuestro entorno, ha sido claramente insuficiente. Si se concretan las mejoras solicitadas por la Comunidad, podría incrementarse hasta un 29% la capacidad de generación de energía limpia, atrayendo inversiones por valor de 4.600 millones.
En suma, necesitamos esa mejor red de transporte eléctrico para producir y consumir más energía limpia, para descarbonizar nuestra industria y para lograr esa digitalización, propulsada por la inteligencia artificial y el 'big data'. En España se cuentan ya por decenas los centros de datos. Uno de los más innovadores está en Murcia y es propiedad de KIO, multinacional que en la Región da servicio a 350 empresas. El centro utiliza para la refrigeración un sistema de aire acondicionado y otro con circuito cerrado de agua, aunque ya trabaja en otra infraestructura en Valencia con un pionero sistema de CO2. Todos estos avances tecnológicos, y los de otras muchas industrias, servirán de poco sin una red de transporte eléctrico a la altura del reto.
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