El PP ha vencido, pero ¿qué PP? Porque hay muchas razones por las que, en este momento, ha vencido en Madrid, el centro del mundo, por si lo hemos olvidado. Creo que el mito Ayuso nace por la sensación de que hay más libertad con ... ella en Madrid que sin ella.

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La mayoría no le ha echado cuentas a la gestión tramposa de la pandemia: Madrid sigue siendo el lugar donde más personas mayores han muerto en las residencias, pero parece que en el 4-M nadie lo ha recordado.

A mi juicio, las razones por las que Ayuso ha arrasado en Madrid tienen mucho que ver con cuestiones como la psicología individual y el postestrés. En algunas ocasiones, tras los momentos de shock, las personas necesitan darse el lujo de romper con todo, creer que empieza un futuro esplendoroso, con la llegada de un salvador, un 'hombre fuerte', o en este caso, 'una mujer fuerte' (joven, pizpireta, osada...) que dé vida a una nueva realidad que todos ansiamos, sin restricciones, sin mascarillas, sin miedo... Y esa mujer estaba ahí, en ese momento justo. Una situación similar al surgimiento de los 'hombres fuertes' en los Felices 20 tras la I Guerra Mundial. No olvidemos que huir del miedo y agarrarnos a la 'Esperanza' (o a su heredera) es lo más fácil que hay.

Si muchos votan a Mónica García es porque les da algo que el PSOE está perdiendo: empatizar con los problemas reales

También, se podrían explicar estos resultados electorales como prueba de un calentón, aunque suene mal decirlo. A veces uno necesita darse un capricho a lo bestia y bailar con el diablo y, si no, que se lo pregunten a Fernando Sabater.

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Los malos resultados de la izquierda. En Madrid, la 'izquierda' siempre ha tenido los mismos resultados en las elecciones autonómicas. Recordemos las elecciones ganadas por Esperanza Aguirre con más del 50% de votos durante más de una década. En parte, lo que ha sucedido ha sido un movimiento de reconfiguración en la izquierda madrileña, con una cierta fuga de votantes circunstanciales del PSOE al PP.

Pero sobre todo, esto ha servido para confirmar la pluralidad de la izquierda en España. Una izquierda clásica y tradicionalmente socialdemócrata, una nueva izquierda verde y transclasista (Más Madrid, 'el partido de Errejón, Mónica y Carmela'), y una izquierda rompedora y macho-alfa, pero siempre necesaria incluso en el siglo XXI, que recuerda que las desigualdades siguen existiendo (Podemos). La fortaleza de la izquierda está en su complejidad, y en que sigue siendo la que mejor entiende la diversidad de este país.

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También, hay que destacar la existencia de una Tercera España de izquierdas, representada por una nueva generación que aceptó el planteamiento rupturista de Pablo Iglesias en 2015 y que ahora acepta el planteamiento cuidador de Íñigo Errejón y compañía. La generación del 15-M no ha desaparecido: simplemente se ha hecho mayor; no olvidemos que este siglo pertenece a los 'centennials' (nacidos en el 2000), que serán mayoría en diez o quince años. Por supuesto, que aquel partido que sepa satisfacer las necesidades y expectativas de esta nueva generación, triunfará electoralmente.

Sin embargo, es verdad que el PSOE ha fallado estrepitosamente en entender varias cuestiones esenciales como que el jefe de campaña del PSOE en Madrid no se puede llamar Pablo Iglesias Turrión; ni permitir que Ángel Gabilondo no fuese capaz de expresar un perfil propio y diferenciado del PSOE de Iván Redondo; ni tampoco esa obsesión de la Moncloa de tutelar al PSM. ¿Estamos locos o qué?

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Además, el PSOE tendría que haber entendido que es imposible vencer unas elecciones ahora, cuando hace dos años decidieron perderlas, esperando a que el gobierno de PP- Ciudadanos cayese por sus contradicciones internas. Sin tener ni idea de cómo captar a esos votantes de centro, que no son del PP.

O quizás aceptando que, si muchos progresistas votan a Mónica García de Más Madrid, es porque les da algo que el PSOE está perdiendo, en concreto, la capacidad de escuchar y empatizar con los problemas reales.

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No debieron aceptar el cordón sanitario y la estrategia 'antifascista' de Pablo Iglesias. Si Illa no hizo cordón sanitario en Cataluña con el senador de Vox, ¿por qué en Madrid sí? Son cosas tan evidentes que sorprende que no las tuvieran en cuenta, o como el hecho de no entender que el 'nacionalismo madrileño' pertenece a una ciudad-región-nación propia y diferenciada, no solo representa la capital de este país.

Al fin y al cabo, parece que el PSOE nunca se ha planteado vencer en Madrid, solo quería que la gente de 'derechas' no ganase, sin tener en cuenta la gran necesidad de acabar con este pecado original que les acompaña desde hace mucho. Necesitamos una reflexión interna.

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