1958, Manuel de la Calva y Ramón Arcusa fundan el Dúo Dinámico, grupo pionero del pop español, y triunfan con una de sus canciones más ... conocidas, 'Resistiré', cuya letra dice: «Cuando pierda todas las partidas, cuando se me cierren las salidas y la noche no me deje ver la paz, cuando se rebelen los recuerdos y me pongan contra la pared, cuando mi enemigo sea yo, cuando me amenace la locura, cuando en mi moneda salga cruz». Añado de mi cuenta: cuando Lobato o Ábalos pasen la factura, cuando a mi Begoña, a mi hermano y a mi fiscal general le abran juicio oral, resistiré erguido frente a todo, resistiré para seguir mandando, resistiré.

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Congreso federal del sanchismo. El del Dúo Dinámico debería ser el himno en vez de la Internacional, obsoleta, ridícula y contaminada por tanto crimen socialcomunista. La primera fila, plagada de imputados, las demás, copadas por cargos públicos dependientes de un sueldo del Estado, de la autonomía, o del municipio, con currículos que, salvo honrosas excepciones, no les servirían para encontrar puestos de trabajo con remuneraciones que no alcanzarían ni siquiera el diez por ciento de lo que ahora cobran, ¿cómo no van a aplaudir a rabiar al caudillito que les permite disfrutar de tanta sinecura? Pedro, aguanta, no se te ocurra tirar la toalla, ¿qué sería de nosotros si tú no estás? Y Pedro ríe de boca para afuera porque por dentro la tormenta es tremenda, sabe que la tiene hecha, y que tal vez le espera el banquillo; está desesperado, lanza a sus esbirros para, en los prolegómenos, insultar a sus señorías los jueces incluyéndolos en ese equipo de golpistas derechosos que quieren acabar con su persona, mientras él, en su exaltada alocución final, se guarda muy bien de nombrarlos siquiera porque los jueces en ejercicio, aunque alguno se deslice, no son de derechas ni de izquierdas, son guardianes de la ley y no se dejan amedrentar por quien vulnerándola pretende salir de rositas. «Van a por nosotros», advierte a sus fieles, copiando lo que Franco avisó a uno de sus ministros que le reclamaba por su cese y en ese 'van' incluye a todos los que se oponen a sus fechorías, a su autocracia, a su despotismo y quieren, en uso de su democrático derecho, apartarlo del mando. Me incluyo entre los que quieren ver a Sánchez abajado del poder y ruego por tanto a la histriónica vicepresidenta Montero que me incluya en su lista negra de peligrosos golpistas.

Los estridentes aplausos de los congresistas al paseíllo del caudillito y su catedrática Begoña se pueden entender sabiendo la facilidad y la crueldad con que Sánchez manda cortar la cabeza a los que no le juran lealtad y sumisión eterna. Puedo entender el cariño de los altos mandos sindicales que nunca antes habían soñado con estar tan bien subvencionados sin dar un palo al agua. Entiendo, asimismo, por qué los burgueses del PNV, los filoetarras de Bildu, los de ERC y los capitalistas de Junts se pongan de perfil ante tanta corrupción porque de perder el chollo, nada de nada, menudo tesoro, a cambio de unos votos consiguen incluso más de lo que piden y, además, su socio Sánchez, desde el poder que le dan, se está cargando España que es el desiderátum de estos antiespañoles.

Todos estos 'aprovechateguis' saben que es imposible gobernar con esos perversos apoyos

Todos estos 'aprovechateguis' saben que ya les queda poco, que en una democracia es imposible gobernar con esos perversos apoyos, que su caudillito no puede pisar la calle sin que lo insulten, que la Justicia tiene señalados a más de una quincena de sus mejores allegados, y que de convocar elecciones, a pesar de lo que diga otro de sus secuaces, los españoles que no pueden llegar a fin de mes, que están cosidos a impuestos, ya no creen lo de que le van a quitar casi todo a los ricos para dárselo a ellos, que van a trabajar cada vez menos y cobrar más, por eso no le van a dar su voto, perderán las elecciones, aunque sigan con el tole tole de lo mal que les podría ir a los españoles si gobernase esta derecha que ahora es golpista. Nuestros paisanos suelen decir cuando andan en el juego de bolos: «Mientras que rula no es chamba». Si la única consigna para orientar la acción del gobierno es resistir por si la bola puede seguir rulando y no acaba el juego, ¡apaga y vámonos!

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