Urgente Al menos once heridos al volcar un autobús en la autovía A-7 en Murcia con 44 viajeros de la tercera edad

Hipnos, personificación del sueño, hijo de Nix y conocido por los romanos como Sopor, vivía con su hermano gemelo Tánatos, dios de la muerte, en ... una profunda cueva del Tártaro donde nunca radiaba el sol. La diosa Hera prometió a Hipnos la mano de una de las Cárites si conseguía dormir a su esposo Zeus. Casi lo logra, pero el poderoso dios venció a Sopor y a punto estuvo de mandar a la muerte a Hipnos si no hubiera intervenido su valerosa madre.

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Hipnos y su mujer Pasítea tuvieron más de mil hijos entre los que destacaron Morfeo, el dios de los sueños con forma de seres humanos, Fantaso, sueños con cosas animadas, y Fobétor, sueños con animales. Desde hace tiempo tengo la impresión de que Hipnos y sus tres hijos preferidos campan por sus anchas en esta bendita tierra que por ahora se llama España, provocando, en la mayoría de los españoles, profundos sopores que les impiden ver la cruda realidad. Con los medios de comunicación a su servicio, este Hipnos de pacotilla, que no es otro que Sánchez, está consiguiendo que unos miles de compatriotas se sumerjan en un prolongado y pernicioso sopor. Menos mal que mi avanzada edad me permite vivir en un estado de atenta vigilia de tal guisa que puedo, sin esfuerzo, librarme de los influjos de este psicópata y contemplar la triste realidad sin inducidas ensoñaciones.

Quisiera poder trasladar a mis lectores una visión positiva de nuestra querida España, pero faltaría al lema de mi escudo: 'La verdad vence'. Esto no pinta nada bien, estamos perdiendo todo lo que, con generosas renuncias, habíamos conseguido en aquella modélica Transición: unidad, respeto al contrario, división de poderes, libertad, culto al mérito, devoción por la familia... Un absurdo complejo de las derechas, y un acendrado sectarismo de las izquierdas, han sido el caldo de cultivo de este declive. Aznar, obsesionado por no ser confundido con el franquismo, dio el banderazo de salida con los funestos pactos que dieron alas a los independentistas catalanes para iniciar una larga historia de chantajes: votos a cambio de prebendas que los hicieran, no independientes, falso señuelo, sino diferentes, mejores, privilegiados, autárquicos. Luego, por mor de un terrible atentado cuyo origen aún está por averiguar, llegó Zapatero y su sectaria actuación fue el germen de la radicalización del Partido Socialista que, en su momento, constituyó una de las columnas básicas de la Transición.

Por suerte, la mayoría de los españoles pudieron librarse de los influjos del dios Hipnos, esta vez con figura zapateril, y dieron al PP una mayoría por la que ahora soñaría cualquier partido español o europeo. Luces y sombras, nos tocó en suerte un gallego, listo, buen parlamentario, mordaz, pero asaz indolente y pésimo estadista: Rajoy, con su poder mayoritario, debió arreglar el desaguisado ayudado por dos incapaces políticos: Soraya y Montoro. Moción de censura al canto, todos los enemigos de España confabulados votaron en presencia del bolso de Soraya y la ausencia de Rajoy y dieron las llaves del poder al más dadivoso: Pinocho Sánchez.

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Hago merced a mis lectores de no enumerar las barbaridades que este peligroso sujeto ha perpetrado, y está a un paso de perpetrar, contra la unión, la convivencia, la libertad, la honestidad, la Constitución y la Corona que representa la unidad de España, pero sí les recuerdo la corrupción en todo su entorno familiar y político y la indignidad del que siendo presidente del Gobierno de España, miente continuamente y es capaz de arrodillarse ante un prófugo de la justicia por unos pocos votos que le sirvan para mantenerse en su corrupto poder.

Algunos estamos despiertos y preocupados, pero otros, adormecidos, infiltrados por el virus de los medios sanchistas, siguen soñando en una patria idílica donde puedan seguir viviendo sin dar un palo al agua, sin libertad, entre mentiras y falsas promesas. Los almogávares, antes de iniciar la batalla, lanzaban el grito 'Desperta ferro', con el que amedrentar al enemigo. Con la venia de Roger de Flor, comandante en jefe de estos infantes mercenarios al servicio de la Corona de Aragón, grito yo: despierta español, vence al Sopor como lo hizo Zeus y exige que este indigno presidente nos devuelva la voz en unas elecciones cada vez más necesarias. Y si abiertas las urnas, y comprobado que no hay trampa ni cartón, Sánchez y sus compinches obtienen mayoría para seguir gobernando, que Dios nos coja confesados.

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