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Dos ejemplares de aguilucho cenizo. E. N.
Electrocardiograma plano para las aves de las llanuras

Electrocardiograma plano para las aves de las llanuras

El grupo más amenazado de la avifauna de la Región de Murcia sigue sin contar con un plan que la Administración regional tiene pendiente desde hace 25 años y que los expertos ven clave para revertir su declive, ocasionado por los usos humanos de los medios agro-esteparios

Martes, 18 de octubre 2022, 00:07

La antigua preocupación por la sostenibilidad de nuestros montes, valles y bosques, algunos ahora en buenas vías de recuperación, se cierne ahora sobre los espacios menos accidentados y carentes de masas arbóreas de nuestra geografía. Las estepas de la Región reúnen las condiciones perfectas para la agricultura intensiva, los desarrollos urbanísticos y la instalación de los nuevos macroproyectos fotovoltaicos. Además resultan cómodos cotos cinegéticos de caza, principalmente menor. Tanta aparente ventaja para nuestro demandante modo de vida actual está echando de su territorio ancestral a los habitantes de estos llanos. Aguiluchos cenizos, sisones comunes, gangas ibéricas, ortegas, alondras ricotí, avutardas y cernícalos primilla ya conforman el grupo más amenazado de avifauna de la península ibérica. Son las siete especies en las que focaliza sus directrices la 'Estrategia de conservación de aves amenazas ligadas a medios agroesteparios de España', que el pasado junio publicó el Ministerio para la Transición Ecológica.

El documento, de 96 páginas, ofrece un cuadro poco optimista de estas aves en espacios singulares bien representados en la Región de Murcia. «El diagnóstico de su estado de conservación en base a estudios recientes indica claras tendencias negativas», resume el trabajo. «Y cada día la situación es peor», añade Rubén Vives, activista de Ecologistas en Acción. «El declive de la comunidad de esteparias es un hecho demostrado científicamente», lamenta este histórico del conservacionismo regional.

A la vista de las tendencias, el informe del Ministerio concluye «que o bien no se han aplicado suficientes o adecuadas medidas de conservación o las aplicadas no han resultado eficaces hasta la fecha». Frente a este panorama, abunda Vives, «nuestra Consejería [de Agricultura y Medio Ambiente] no ha movido absolutamente ni un dedo en tramitar el plan de las esteparias, que es una exigencia de la ley de fauna». En realidad algo sí se ha movido desde la administración regional para sacar adelante este plan, pero lo hizo hace ya mucho y todavía sin ningún resultado.

La iniciativa, de hecho, ya acumula un cuarto de siglo de retraso. Hace ahora un lustro trascendió que el plan, ya ultimado, estaba listo para ver la luz y poder aplicarse de forma casi inmediata. Ahí quedó la actuación, a día de hoy aún sigue sin publicarse, si bien al ser preguntados, desde la Consejería aseguran de nuevo que «está previsto que en varios meses se termine la elaboración del texto y cartografía del nuevo plan».

A la vista de que «van pasando los años y los planes de conservación de estas áreas siguen en el cajón», coincide el biólogo Julián Castaño, «no parece existir una voluntad clara de proteger los hábitats esteparios».

Castaño, que es secretario de la Asociación Naturalista para la Investigación y Defensa del Altiplano (Anida), la única comarca de la Región en la que vuela la esteparia más singular (el ave voladora más pesada del planeta), la avutarda ('Otis tarda'), califica la situación «de total desinterés, por no hablar de desidia». Lo más grave, argumenta, es la «dejación de funciones por parte de una administración que debería velar por su conservación y que, sin embargo, permite y alienta actuaciones que van en contra de este tipo de fauna».

«Nunca se ha hecho nada»

«Sinceramente, soy bastante pesimista con este tema», apunta también el naturalista y educador ambiental Ángel Guardiola, con cerca de 40 años de experiencia directa con las aves. «Al margen de que el Plan no se haya aprobado todavía», concreta, «nunca se ha hecho nada efectivo por la conservación de estas especies, más allá de la mera protección sobre el papel que les otorga el estar algunas zonas incluidas en Natura 2000». Pero esta fórmula, expone, «no ha impedido la transformación del hábitat y los cambios en los usos del suelo que las han perjudicado seriamente».

Como consecuencia, concluye, «hay especies que no tardarán muchos años en desaparecer», y cita a la Alondra ricotí ('Chersophilus duponti'), «con unas poblaciones escasísimas y muy fragmentadas», y el sisón ('Tetrax tetrax'), «que experimentó un descenso poblacional del 75% entre los dos últimos censos nacionales, separados entre sí una década».

La Consejería apunta que desde 2016 lleva tramitadas ayudas a los agricultores de Caravaca de la Cruz, Lorca, Moratalla, Jumilla y Mula por un valor de 8,9 millones de euros para el cultivo de productos, principalmente cereales, que propicien la alimentación y reproducción de las aves esteparias. Ahora, añade la fuente consultada de la Administración regional, «se va a abrir, además, una nueva línea de ayudas denominada 'Mantenimiento de tierras arables en ZEPA [zonas de especial protección para las aves]' (de esteparias), con un importe de 2,5 millones euros», en el que en esta ocasión también se incluirá territorio de Yecla.

Última hora de las 7 especies esteparias más amenazadas

Aguilucho cenizo

Territorios (Censo 2019): Cuatro

Aguilucho cenizo

El censo 2019 de aves esteparias de la Región de Murcia detectó cinco territorios (cuatro de reproducción) con presencia del aguilucho cenizo, en concreto en los municipios de Murcia, Cartagena, Santomera y Alhama de Murcia. Hace un cuarto de siglo ocupaba 35 terrotiros. La Consejería de Medio Ambiente reconoce que su situación ahora «sigue siendo crítica».

Alondra ricotí

Territorios (censo 2019):12

Alondra ricotí

La especie presenta una evolución claramente negativa respecto al censo de 2019, explica la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca, Medio Ambiente y Emergencias , que se basa en el número de machos territoriales. La situación es tan negativa que, de hecho, «los últimos datos llevan considerarla muy próxima a la extinción en el territorio regional», según la fuente oficial.

Avutarda común

Ejemplares (censo 2019):144

Avutarda común

Es una especie invernante en la Región de Murcia, donde ha acabado extinguiéndose como como reproductora. La Consejería señala, no obstante, que la cercanía del Área de Protección de Fauna Silvestre de Jumilla y de la ZEPA de las Estepas de Yecla con zonas de reproducción de Alicante y Albacete, da esperanzas de que pueda volver a reproducirse en la Región esta ave de hasta 18 kilos.

Cernícalo primilla

Número de parejas (2021): 341

Cernícalo primilla

La situación de esta especie, como la de la ganga ibérica ('Pterocles alchata') no se muestra tan grave como la de las otras cinco especies esteparias contempladas. «Parece aguantar el tipo», explica Julián Castaño, de Anida. Sin embargo, añade, su futuro no es muy venerable si continúa la degradación de sus hábitats. Actualmente se encuentra principalmente en el Altiplano.

Ganga ibérica

Territorios (censo 2019): 145

Ganga ibérica

El 'Pterocles alchata' es, junto al cernícalo primilla ('Falco naumanni'), la única esteparia de la Región «que parece aguantar el tipo contra todo pronóstico», afirma el biólogo Julián Castaño. En 1995 llegó a declararse extinta aquí, pero luego fue recuperándose. Castaño advierte de un «futuro poco halagüeño de continuar la degradación de sus hábitats»

Ganga Ortega

Ejemplares (censo 2019): 106

Ganga Ortega

Medio Ambiente afirma que ha aumentado en los últimos ocho años. Es la especie más abundante entre las grandes aves esteparias, tanto en invierno como en primavera, y la de mayor distribución en la Región. Evita el cereal cuando está crecido. Elige campos labrados, barbechos verdes, rastrojeras, linderos y pastizales naturales o seminaturales de poca altura.

Sisón común

Ejemplares (censo 2019): 122

Sisón común

La Consejería revela una tendencia de la población invernante «hacia una marcada disminución, mientras la reproductora sufre un leve aumento». La tendencia lineal, concluye, resulta positiva. Más fáciles de ver, en invierno y primavera, en Yecla y Jumilla aunque la mitad de su población en la Región se encuentra en los Saladares de Guadalentín, Totana

Otras especies

Otras especies

Las siete especies recogidas en este reportaje son las aves esteparias incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Pero además las estepas del país albergan otras igualmente en declive, debido a la transformación del medio agrario. Al igual que con las siete especies apuntadas, estas otras también precisan de un acondicionamiento de las prácticas agrarias que les permita subsistir, de acuerdo con la estrategia publicada para el Ministerio de Transición Ecológica.

La aprobación del citado plan, que la Consejería insiste en que saldrá adelante previsiblemente «en varios meses», sin especificar más, «conllevará dotar de un marco que reforzará las medidas de conservación que ya se están aplicando para la autorización de los proyectos que afectan a estas zonas». Sobre la reciente estrategia publicada por el Ministerio, desde Medio Ambiente regional se apunta, tras señalar que en su elaboración han participado técnicos de la Comunidad Autónoma, que en ella se establecen «criterios y directrices que inspiran la gestión de conservación de aves amenazadas y que, como tal, son tenidos en cuenta a la hora de diseñar actuaciones de esta índole en la Región».

Los expertos y conservacionistas consultados coinciden, en cambio, en la carencia actual de actuaciones para la supervivencia de nuestras aves esteparias. De hecho, afirman, en tanto no llega el plan específico, las amenazas a las estepas no solo continúan, sino que se acrecientan. El representante de Anida cita la transformación agraria y la proliferación de plantas fotovoltaicas como los dos principales males para la continuidad de estas especies. En el primer caso apunta a la sustitución del cereal por frutales, almendros y olivares en modalidad intensiva en áreas interiores de la Región y, «lo que es incluso más perjudicial, el avance de los cultivos hortofrutícolas intensivos desde el Campo de Cartagena y el Guadalentín hacia zonas de la Vega Media, pedanías altas de Lorca, Noreste y Altiplano», y que llegan «en algunos casos a los mil metros de altitud».

Sobre «el otro gran factor adverso», en referencia a la propagación de macroinstalaciones solares, el biólogo explica que sus promotores «buscan los terrenos más baratos, que suelen coincidir con las zonas esteparias de secano, con los consiguientes tendidos eléctricos».

Castaño pone el caso de la roturación en Yecla de un espartizal para una de estas instalaciones que acogía una de las últimas poblaciones de alondras ricotí en la Región. Un hecho «que no solo quedó impune», denuncia, «sino que fue alentado y promocionado por miembros de la Administración local y regional, que estuvieron presentes en la inauguración de la planta fotovoltaica». Vives, en la misma línea, cita proyectos como el de Zarcilla de Ramos, en plena zona esteparia, que, sin embargo, acaba de recibir la luz verde.

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