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Saurópodos, infraorden que dejó huella entre Yecla y Jumilla. Travis R. Tischler
Nuestra fauna de hace cien millones de años

Nuestra fauna de hace cien millones de años

Nuestra Tierra ·

Hasta que llegó el siglo XXI no había rastro de la presencia de dinosaurios en la Región. A día de hoy ya se han producido tres descubrimientos y los expertos auguran muchos más

GINÉS S.FORTE

Sábado, 3 de abril 2021, 09:15

Hubo una época en la que el clima de la actual Región de Murcia era tropical húmedo, como si esto fuesen las Antillas. Pero en vez de aves de colores, lo que singularizaba nuestra fauna eran grandes saurópodos y ornitópodos. Y paremos de contar. Lógicamente había muchas más especies de distintos órdenes, como moluscos, pero dinosaurios de momento solo hay evidencias de que había estos. El resto de la 'dinofauna' murciana está por descubrir. No está mal teniendo en cuenta que hasta la llegada del siglo XXI directamente no existía vestigio alguno de la existencia de dinosaurios en la Región. La racha se rompió a finales de 2001, hace menos de 20 años, cuando el investigador Joaquín Gómez encontró en Los Rincones de la Fuente del Pinar, al norte de Yecla, un hueso de la mano de un saurópodo. A partir de entonces, y hasta 2007, se localizaron nuevos vestigios, incluidas icnitas (huellas) en los municipios de Yecla y Jumilla. La sequía paleontológica volvió de nuevo ese año, hasta 2019, cuando se hallaron los primeros restos fósiles de dinosaurios de la comarca del Noroeste en Benizar (Moratalla).

Paraje de la Fuente del Pinar, donde se localizó el primer hallazgo de un dinosaurio en la Región. GINÉS S. FORTE

Que de momento no aparezcan más que rastros de saurópodos (grandes herbívoros) y ornitópodos (con pies similares a los de las aves) no quiere decir que no hubiesen aquí muchos más dinosaurios que estos. Científicamente solo significa que los restos de estos animales, por diversas circunstancias, han llegado hasta nosotros. De hecho, los expertos prevén nuevas evidencias de unos seres que se sabe que poblaron este territorio hasta su extinción. «Los afloramientos del Cretácico [datados en 145 millones y 66 millones de años] en la Región de Murcia, en concreto en el Altiplano y Noroeste, pueden proporcionar en un futuro nuevos descubrimientos», estima la geóloga Nuria Torrente García, especialista que ha trabajado en la prospección de Benizar. En nuestro territorio «tenemos la suerte de poseer un registro del Cretácico bastante amplio: desde sus inicios hasta su final, con la extinción de los dinosaurios, representado por la divisoria K-T, o capa negra de Caravaca, que evidencia su extinción por la caída de un asteroide hace 66 millones de años», añade el geógrafo Miguel Ángel López Sandoval, especializado también en estos vestigios. Ese estrato encontrado en el Barranco del Gredero, en Caravaca, es rico en iridio, lo que revela «el origen extraterrestre de la extinción de los dinosaurios», añade el especialista.

En Caravaca apareció la divisoria K-T, que evidencia la extinción de los dinosaurios por un asteroide hace 66 millones de años

Que hasta el momento solo hayan aparecido fósiles e icnitas en el Altiplano y el Noroeste no es casual. Estas dos comarcas actuales, explica el investigador, «conformaban un gran ecosistema costero en la que los ríos que drenaban el Macizo Hespérico depositaban sus sedimentos a lo largo del mismo». Pero los estratos del Cretácico también están presentes en otras áreas de la Región, como el norte de Cieza, Calasparra, Caravaca y hasta el norte de Cehegín, por lo que «podrían ser susceptibles de hallazgos», apunta el geógrafo. «Potencialmente», en estos lugares podrían encontrarse «registros formados por herbívoros pertenecientes a varias grandes familias Diplodocidae, Camarasauridae, Brachiosidae, Titanosauridae, Ornithopoda y Ankylosauria, que a día de hoy se han registrado en nuestra Península». Por su parte, «los carnívoros del registro que se tiene en la Península Ibérica a lo largo del Cretácico está formado principalmente por la familia Theropoda», a la que pertenece el famoso Tyranosaurio Rex.

Desde el primer hallazgo en 2001, se han localizado cientos de huellas y distintos fósiles de saurópodos y ornitópodos

El antiguo entorno murciano en el que vivían estos animales se deduce que era de «una gran biodiversidad, como lo atestigua el yacimiento de Moratalla por su variado registro fósil». En él «podemos encontrar moluscos, foraminíferos bentónicos, gasterópodos, ostras, fragmentos de madera de coníferas (que podrían ser de la familia de las araucarias), arenas bioturbadas por raíces, lo que evidencia la proximidad de estos depósitos arenosos a zonas batiales costeras de poca profundidad con vegetación tipo manglar, lo que evidencia un clima tropical con toda seguridad», detalla López Sandoval, colaborador de la investigadora Nuria Torrente.

Lugar de Benizar donde se encontraron fósiles de dinosaurio en 2019. Ángel Tórtola

El geógrafo cree que, en general, la «fauna mayoritaria en nuestra región estaría formada por dinosaurios herbívoros, principalmente saurópodos y ornitópodos en menor medida, aunque lógicamente existirían otras», si bien aún no hay registro de ellas. «Como es lógico» –añade– también habría dinosaurios carnívoros depredadores (terópodos principalmente) de los anteriores, pero en menor porcentaje, como representa la cadena trófica en la actualidad».

Los hallazgos

  • El primer vestigio de la presencia de dinosaurios en la Región de Murcia tuvo lugar en el paraje de Los Rincones de la Fuente del Pinar en Yecla en diciembre de 2001. Se trata de un metápodo (metacarpo) de un saurópodo indeterminado. Posteriormente, en 2006, se descubrió en el mismo yacimiento, en una antigua cantera abandonada de arcillas y arenas, varias icnitas atribuidas también a saurópodos indeterminados, ambas pertenecientes al período Albiense del Cretácico inferior, hace entre 113 millones y 100 millones de años.

  • El segundo descubrimiento se produjo en la Sierra de los Gavilanes, entre los términos municipales de Jumilla y Yecla en el año 2006. Se trata de unas 250 huellas inventarias repartidas en tres sectores pertenecientes a dinosaurios saurópodos y ornitópodos, del periodo Maastrichtiense del Cretácico superior, hace entre 72 millones y 66 millones de años.

  • El tercer hallazgo está fechado en 2019, en el paraje conocido como El Cortijo de los Prados, próximo a Benizar, pedanía de Moratalla. Lo que se encontró allí es una diáfisis (parte larga de los huesos) femoral perteneciente a un saurópodo, posiblemente un titanosaurio que habitó el Noroeste de la Región de Murcia durante el período Albiense en el Cretácico inferior, hace entre 113 millones y 100 millones de años.

Los investigadores consultados están convencidos de que aparecerán nuevos hallazgos. «Aunque el primer registro fósil de dinosaurio en la Región de Murcia tuvo lugar a comienzos de este siglo XXI, esto no ha hecho nada más que empezar», afirma López Sandoval. «En primer lugar, porque las condiciones de depósito y conservación en los sedimentos a lo largo de todo el Cretácico fueron beneficiosas para ello en este extremo septentrional de la región», concreta. Torrente detalla que «de este periodo geológico, desde el punto de vista sedimentológico, son los materiales que reúnen condiciones para la conservación de estos restos».

La falta de expertos en la Región explica en gran medida por qué se han producido hasta ahora tan pocos descubrimientos

«Se tienen que dar unas circunstancias muy favorables para poder tener nuevos hallazgos», precisa la investigadora. «El terreno influye muchísimo, pero lo más importante es saber localizar aquellos lugares susceptibles de encontrar nuevos restos» En el caso de los afloramientos del Cretático y en las facies de Utrillas «existen indicadores que pueden hacer pensar dónde podemos encontrar estos restos como la fauna de la época que se encuentra asociada, la madera fósil que se ha encontrado en los yacimientos, etc.»

Por ahora, la escasez de hallazgos en nuestra comunidad autónoma responde sobre todo a un motivo bastante prosaico: «Aunque tenemos grandes profesionales de la geología y también grandes amantes de la paleontología, aquí no existe ningún departamento específico en esta especialidad», resume Torrente. La geóloga subraya la dificultad que entraña identificar un resto de dinosaurio en el campo. «Se necesita de un 'ojo experto y curioso' como el que tiene Miguel Tórtola, descubridor del resto óseo localizado en el Noroeste», que no cuenta con una formación reglada en la materia, pero sí con un afán por conocer que le ha llevado interpretar bien los vestigios. «Lo que para una persona cualquiera puede ser una oquedad en la piedra sin más», apunta López Sandoval, «para alguien con la vista cualificada desde el punto de vista paleontológico puede suponer la identificación de una huella de dinosaurio».

Los especialistas creen «que lo esperable es que se hallen nuevos hallazgos» en la Región». Pero, como indica la geóloga y descubridora, «se necesitan profesionales y expertos que realicen prospecciones en estos territorios y que se den las circunstancias para que ello ocurra». Torrente García destaca la existencia de la Asociación Cultural Paleontológica Murciana, «de la que soy miembro». Este colectivo está compuesto, «en su mayor medida», por aficionados y amantes de esta disciplina, «y que, [como ocurrió con el descubrimiento de Miguel Tórtola] con sus salidas, aumentan la probabilidad de nuevos hallazgos».

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