La exnovia de Ábalos admite que cobró sin trabajar de empresas públicas y no sabe quién pagó su piso

La comparecencia de Rodríguez, que llegó al alto tribunal escondida bajo una peluca negra y unas gafas oscuras y prácticamente embozada, no despejó muchas incógnitas, a pesar de que su condición de testigo le obligaba a decir la verdad. Así, la excompañera sentimental del extitular de Transportes llegó a asegurar al juez Leopoldo Puente no saber si fue la presunta trama corrupta que dirigía Víctor de Aldama la que durante dos años y medio pagó el alquiler de su piso en el centro de Madrid como forma de mordida al exdirigente del PSOE, una de los principales indicios contra Ábalos.

Esta mujer, que según la Guardia Civil mantuvo una «relación especial» con el exministro, afirmó este jueves en su declaración, que duró unos 45 minutos, que en realidad ella gestionaba el día a día de la vivienda (reparaciones y demás) con Koldo García, entonces asesor de Ábalos, pero que nunca supo (ni se interesó) en quién abonaba las mensualidades de alquiler del apartamento de lujo que ocupó en uno de los rascacielos de la Plaza de España hasta que en marzo de 2022 la red decidió no seguir costeándole el alojamiento, según sostiene la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Lo único que confirmó la compareciente es que efectivamente ella no desembolsó un euro.

La UCO afirma precisamente que el abono de esas mensualidades es uno de los principales indicios contra Ábalos, ya que los investigadores han certificado que De Aldama, a través del testaferro Luis Alberto Escolano (su declaración prevista para hoy fue suspendida), pagó 88.101 euros por 32 meses de alquiler de ese inmueble. La exnovia de Ábalos aseguró que cuando tenía algún problema en la vivienda, por indicación de Koldo García, efectivamente llamaba a Escolano para que se encargara de resolverla.

Rodríguez esquivó las acusaciones de cohecho a su «exnovio» en forma de costoso arrendamiento, pero no pudo zafarse de otras de las imputaciones: la de cobrar dinero público sin trabajar. Los informes de la Guardia Civil revelan que Rodríguez fue enchufada en dos empresas de la administración central al poco de comenzar su relación «particular» con el dirigente socialista. Este jueves, la testigo admitió que efectivamente estuvo en plantilla pero que no realizaba función alguna. En cualquier caso, afirmó, el exministro no intervino en esa contratación aparentemente fraudulenta. Es más, nunca le pidió trabajo.

Según los informes que constan en el sumario, a pesar de no tener ninguna experiencia, Rodríguez fue contratada primero desde el 1 de marzo de 2019 hasta el 28 de febrero de 2021 en Ingeniería y Economía del Transporte (Ineco), dentro del Ministerio de Transportes. Luego, desde 2 de marzo de 2021 hasta el 1 de septiembre de ese año estuvo en nómina de Tragsatec, dependiente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Según la testigo, fue Joseba García, hermano de Koldo, quien la colocó en las dos compañías. De nuevo -según fuentes presentes en el interrogatorio- no citó en ningún momento a Ábalos en relación con este doble chanchullo laboral.

Precisamente, como «asesora» de Ineco y aunque su empleo era de «administrativa», Ábalos sumó a su amante a las comitivas oficiales de los viajes del Ministerio de Transportes fuera del país. En la aplicación con el calendario de Koldo García han aparecido hasta «16 vuelos a distintas ciudades de España y del extranjero» de Ábalos y su novia gestionados por el exasesor; entre ellos tres desplazamientos gubernamentales para participar en sendas cumbres en Rusia, Canadá y Emiratos. En una carta remitida a este periódico, el exministro sostuvo que esos viajes de Jessica dentro de las comitivas fueron pagados siempre de su propio bolsillo.