La justicia absuelve al exconsejero Lluís Puig por el caso Sijena

El caso de Sijena es un largo litigio entre Cataluña y Aragón por la propiedad de unas obras de gran valor artístico del románico del monasterio de Sijena, incendiado durante la Guerra Civil, que se trasladaron a Cataluña durante la contienda bélica y fueron conservadas en el Museo Diocesano de Lleida y en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Por este mismo asunto y por el mismo motivo, negarse a atender una orden judicial de devolución de obras de arte, será juzgado el también exconsejero de Cultura, Santi Vila.

Puig estaba acusado de obstaculizar el regreso de los bienes artísticos, en concreto 44 piezas, al monasterio de Sijena, que se encontraban en el Museo de Lleida. Según la sentencia, «no se ha aportado en el juicio prueba suficiente para poder calificar los incumplimientos del acusado como reiterados y persistentes».

«No estamos en condiciones de afirmar que su negativa a materializar el traslado de las 44 obras depositadas en el Museo Diocesano de Lleida hasta el Monasterio de Sijena sea abierta», según la sentencia. «El tribunal no ha podido alcanzar un convencimiento pleno, con grado de certeza que exigiría un fallo condenatorio, de que el incumplimiento de los requerimientos respondían a una voluntad rebelde y de contumaz oposición al mandato judicial», según el fallo judicial. «La imposibilidad de afirmar la presencia en la conducta del acusado de todos los elementos imprescindibles para declarar cometido el delito de desobediencia, nos impondrá necesariamente el dictado de un fallo absolutorio», según el TSJC.

Puig fue juzgado el pasado 20 de febrero y no compareció ni de forma presencial ni a través de videoconferencia. Puig fue nombrado consejero de Cultural el 4 de julio de 2017. El 6 de julio, tomó posesión del cargo y al día siguiente se le notificó la sentencia sobre la orden del traslado de las obras dictado por un juzgado de Huesca.

Finalmente, las 44 obras fueron trasladadas a Sijena en diciembre de 2017, mientras la Generalitat estaba intervenida por la aplicación del artículo 155. En cambio, la joya de la corona, las pinturas murales de la sala capitular, siguen en el MNAC.