Cadena de favores en Yecla

En un sobre cerrado y sin avisar de lo que contenía su interior. De esa manera tan discreta decidió una pareja tender una mano a los dueños de un bar de Yecla. Estos vecinos solidarios entregaron en el local un sobre cerrado que contenía en su interior 200 euros y una carta titulada 'Solidaridad'.

Según explicaban en su escrito Macri y Javi, ese era el dinero que habían guardado durante los meses de confinamiento y querían que tuviese como destino a las personas que regentan la Tasca de Ana, un bar situado en una zona de trabajadores del municipio. El objetivo no era otro que ayudarles en su vuelta a la actividad después de dos meses con el negocio cerrado debido a la pandemia de la Covid-19.

«Se asomaron a la puerta y me dijeron toma este sobre. Luego lo abres con tranquilidad», explica Jesús Moya, gerente de la tasca yeclana. «Creía que era algo de publicidad. A la semana lo volví a ver en el cajón y lo abrí. La emoción fue tremenda».

Además del dinero, en el interior del sobre había una misiva en la que explicaban que la iniciativa pretende ayudar «a la gente de nuestro pueblo» que lo han pasado mal durante la pandemia. «Nosotros somos funcionarios y hemos cobrado nuestros sueldos de forma íntegra y en las fechas previstas», explicaban estos dos profesores, que pertenecen a la plantilla del Colegio Miguel Ortuño.

Macri y Javi fueron guardando durante el confinamiento el dinero que solían gastar en los negocios de la localidad «para hacérselo llevar a sus dueños cuando volvieran a abrir». Y así lo hicieron.

Este gesto, remarca el gerente del bar que recibió la donación, «te demuestra que tu trabajo vale algo para algunas personas porque generalmente nunca nos valoran». Moya quiso resaltar, además, la ayuda que recibió en el pago del alquiler de su local.

Los docentes también incidían en su carta en que si los hosteleros consideraban que no les hacía falta el dinero -«ya que nunca han peligrado la estabilidad ni la continuidad de tu negocio- podrían considerar donarlo «a alguna de las tantas asociaciones que hay en Yecla y que tanto nos ayudan a todos». Y dicho y hecho. Los hosteleros lo entregaron a la Asociación de Personas con Discapacidad Intelectual de Yecla (AMPY).

Los impulsores de esta cadena de favores aún no han regresado al local, pero Moya les aguarda allí con los brazos abiertos.