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Llegó el momento. La Región de Murcia se encuentra desde hoy en la esperada 'nueva normalidad' tras superar el estado de alarma. La situación, lejos de parecerse a la que había antes de la irrupción de la pandemia, responde a un nuevo estado de las cosas. De hecho, lo normal desde este domingo será estar en 'crisis sanitaria'. Así lo señala el Real Decreto-Ley 21/2020 de junio de Pedro Sánchez, que fija las medidas básicas de seguridad que se deben respetar a partir de ahora y que quedan complementadas por las pautas aprobadas este viernes por el Ejecutivo regional que ya han sido publicadas en el Boletín Oficial de la Región de Murcia. Desde hoy serán estas las que marquen el día a día de los vecinos de la Región con la vuelta de todas las actividades, la libre circulación entre comunidades, el regreso de los vuelos en el espacio europeo y la modificación, sin fecha de fin, de aspectos básicos de la convivencia que afianzan los profundos cambios que la pandemia ha traído. Se quedan las mascarillas, el cuidado extremo en la limpieza y desinfección de espacios, los límites de aforos y la distancia de seguridad entre ciudadanos, que ahora se reduce a un metro y medio.
«Habrá un cambio en nuestras relaciones de intimidad y contacto físico, y recelo ante el acercamiento, una situación que puede derivar en un distanciamiento social con consecuencias afectivas», señala la profesora titular de Psicología Social de la Universidad de Murcia Consuelo Paterna Bleda, que se encuentra estudiando las implicaciones de la Covid-19 en la sociedad. La investigadora explica que este cambio «quizás sea más nocivo para los hombres, que expresan menos, pues estábamos trabajando a nivel educativo por el desarrollo de una mayor expresividad emocional de los hombres y ahora esto puede verse limitado». En el caso de las mujeres, Paterna espera que las muestras emocionales y afectivas se vean menos afectadas. «No creo que cambie mucho puesto que tenemos muchos recursos de expresión», señala. Pero también divisa en el horizonte otras posibles consecuencias. «En algunos países de África en los que he trabajado no desarrollan ese contacto físico como nosotros, y no por ello hay mayor frialdad, sino que desarrollan una vida más comunitaria y colectivista. Pero me temo que ese no es nuestro caso, donde cierto miedo a que aumente el individualismo sí tengo».
Para mantener este distanciamiento social, imprescindible para la prevención, los bares, restaurantes, terrazas, comercios, mercados, templos y lugares de culto cuentan desde hoy con un aforo del 75% de su capacidad, lo que garantiza la pervivencia de las colas, convertidas ya en todo un símbolo de la pandemia, y que seguirán siendo necesarias para el cumplimiento de las cifras máximas de ocupación en lugares con alta demanda, ya sea para hacer la compra en el supermercado en fin de semana, acudir a ciertas tiendas o acceder a los bares más populares. La situación será todavía más restrictiva en las zonas comunes y recreativas de los centros comerciales, donde la ocupación máxima se reduce al 50%.
En el caso de los casinos, salones recreativos y de apuestas y otros lugares de juego, el límite máximo queda fijado en dos tercios del total, y los locales deberán desinfectar máquinas y materiales entre un cliente y otro. En los transportes, la ocupación puede ser plena, pero con mascarillas, y las empresas que trasladen pasajeros con asientos preasignados deberán guardar durante un mes el registro de los usuarios para garantizar la trazabilidad en caso de brote.
Consuelo Paterna Bleda, titular de Psicología Social (UMU) «El cambio en nuestras relaciones de intimidad y contacto físico y el recelo ante el acercamiento pueden derivar en un distanciamiento social con consecuencias afectivas»
Clara G. Sáenz Tejada, portavoz del AMPA Los Álamos «La 'nueva normalidad' llega para todos menos para los niños. Seguimos sin las escuelas de verano públicas y ludotecas que nos permitían conciliar»
Santiago Navarro, secretario general de CC OO «Esperamos que las empresas no se relajen con la prevención de riesgos laborales y con la aplicación del teletrabajo».
Juan Francisco Carmona, Pte. de la asociación de bares «Los ERTE han sido un arma de doble filo. A muchos locales les va a sobrar plantilla, pero durante seis meses estarán obligados a mantenerla»
Tal y como ocurrirá en cualquier entorno en el que haya aglomeraciones y riesgo de contacto, la distancia, los filtros en las vías respiratorias y la higiene y desinfección seguirán siendo las medidas acostumbradas.
Para eventos y espectáculos, los aforos serán de 200 asistentes en recintos cerrados, todos sentados y con distancia de seguridad de metro y medio, o 500 si se trata de espacios abiertos, también sentados y guardando la distancia de precaución. Además, se fija en 30 el máximo de personas para academias, centros privados de enseñanza, o actividades deportivas en grupo al aire libre, o actividades turísticas con guía.
La pervivencia de los aforos sin fecha definida se ve como una amenaza desde la hostelería, donde Juan Francisco Carmona, presidente de la Asociación de Bares y Cafeterías de la Región de Murcia, alerta de que la ocupación al 75% supondrá una dificultad añadida, especialmente para los establecimientos que se acogieron a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). «La cifra habla por sí sola. Si mantenemos a largo plazo esa restricción tendremos una merma de ocupación del 25%, pero si nos ajustamos a la realidad, es posible que sea mucho más, porque estamos en una situación excepcional y el regreso va a ser lento y tedioso», apunta.
«Los ERTE han sido un arma de doble filo. A muchos locales les va a sobrar plantilla, pero durante seis meses estarán obligados a mantenerla por haberse acogido a uno. De esta forma, quien hizo un ERTE en su momento hoy se puede encontrar con que le supone un lastre muy grande, que incluso puede hacerle sucumbir», lamenta Carmona.
Los sindicatos inciden en la necesidad de extremar las precauciones para garantizar la salud en la hostelería «tanto de los clientes como de los empleados». Fuera de este ámbito, UGT y CC OO se muestran preocupados por la situación del teletrabajo, que irá combinándose lentamente con las labores presenciales según lo determinen las empresas que hayan optado por esta fórmula. En el caso de los funcionarios de la Comunidad, esto no ocurrirá hasta mediados de septiembre, según informó el Ejecutivo regional. «Hay que regularizar normas para que los que sigan realizando teletrabajo tengan unas condiciones dignas, siendo provistos del equipamiento necesario y con horarios reglados», subraya el secretario general de CC OO, Santiago Navarro. Espera «que las empresas no se relajen con la prevención de riesgos laborales y que la Inspección de Trabajo y Sanidad controlen esta vuelta a la normalidad».
En cuanto al ocio de cara al inicio del verano, el agua acapara todas las miradas. El Gobierno regional ha dejado sin aforos las playas y trasladado la responsabilidad a los usuarios, que deben asegurarse de mantener la distancia. La decisión choca con la recomendación del Gobierno central a las autonomías de establecer límites que eviten las aglomeraciones en el litoral.
En las piscinas, tanto cubiertas como al aire libre, las restricciones serán del 75% de la capacidad total de los recintos, manteniendo la distancia y el resto de medidas de seguridad exigidas a todos los negocios. Mientras que dentro del agua deberá respetarse una superficie mínima de 2,25 metros cuadrados por persona.
En las aguas continentales, como pozas, remansos y cauces de agua dulce con escaso caudal, se desaconseja el baño y los usos recreativos para esta temporada por la mayor capacidad de pervivencia del virus en estos entornos.
Más de tres meses después, los parques infantiles también regresan, aunque de momento, solo al aire libre. «La 'nueva normalidad' vuelve a todas partes menos a los espacios infantiles y juveniles», denuncian desde la Federación Regional de Asociaciones de Madres y Padres de la Región Juan González, que muestra su preocupación por la salud y la seguridad de alumnos y trabajadores de los centros educativos de cara a la vuelta a las clases en septiembre, y el crecimiento de la brecha digital y educativa, que «se ha hecho enorme durante la pandemia».
La Consejería de Educación continúa esperando el informe del Comité de Sanidad y Educación para concretar cómo será la 'nueva normalidad' en las aulas, aunque se hará manteniendo la distancia mínima de seguridad de 1,5 metros y las medidas higiénico-sanitarias establecidas por el Ministerio. En caso de que no pueda cumplirse esta separación, será sustituida por el uso de mascarillas. La consejera del ramo, Esperanza Moreno, adelanta que todo hace pensar en «un curso presencial y en esa línea se trabaja, pero debemos estar preparados por si esto cambia en cualquier momento». Desde su departamento trabajan contra reloj para que las instrucciones para el nuevo curso, que se suelen enviar a finales de junio, estén en manos de los profesores a principios de julio como muy tarde.
Hasta la vuelta de la actividad educativa, las quejas por los problemas de conciliación continúan. «No hay ofertas de actividades infantiles y juveniles», denuncian las asociaciones de padres. «Mi hija de siete años tuvo terrores nocturnos en el primer mes y medio de confinamiento y se despertaba cuatro o cinco veces por la noche», explica Clara G. Sáenz de Tejada, portavoz del AMPA del colegio Los Álamos de Murcia y miembro de la FAPA Juan González. «Mi otro hijo, de diez años, no quería volver a salir a la calle cuando se permitió. Hay algo que se ha roto, aunque en apariencia veamos a los niños en buen estado».
Las escuelas, campus deportivos, escuelas de verano y campamentos infantiles están autorizados a operar con un aforo de 150 personas en grupos de 20 como máximo, pero la oferta disponible es menor a la de otros años. Ayuntamientos como el de Cartagena ya han anunciado que este año no habrá escuelas de verano públicas. En Murcia, las asociaciones de padres han consultado «para ver si podemos promoverlas a través de empresas privadas, aplicando toda la normativa sanitaria, pero el Ayuntamiento nos ha dicho que de momento no, y a la fecha que estamos ya no da tiempo a organizar nada», explica. «Estamos deseando que se normalicen todos los espacios infantiles, incluidos los educativos», apunta. «La nueva normalidad llega para todos menos para los niños. Seguimos sin las escuelas de verano públicas y ludotecas que nos permitían conciliar».
La investigadora Consuelo Paterna alerta sobre los efectos nocivos que la combinación del teletrabajo y la falta de opciones para la conciliación han tenido de forma especial sobre las mujeres. «Todos los informes que se están publicando sobre el efecto de la situación de pandemia y Covid-19 en el bienestar y salud de las mujeres han constatado que hemos acrecentado nuestras cargas y hemos tenido más consecuencias en nuestro bienestar psicosocial, debido a que en mayor proporción que los hombres nos ocupamos de las tareas domésticas, de la organización de tareas educativas, de los cuidados, del trabajo emocional...; en definitiva, todas las tareas que tienen que ver con el ámbito familiar y doméstico».
Los mayores de las residencias de la Región verán cómo en la nueva normalidad se amplía la posibilidad de contacto con sus familias. El Instituto de Acción Social de Murcia (IMAS) va a comenzar a permitir visitas de dos familiares en las mismas condiciones en las que hasta ahora se realizan los encuentros individuales, y en las próximas semanas va a permitir la salida de los mayores con sus familiares por un periodo mínimo de siete días. Para su regreso a la residencia la familia deberá realizar una prueba diagnóstica PCR que pruebe que no hay contagio.
Los usuarios que regresen del exterior mantendrán ya en el propio centro una cuarentena de siete días para garantizar la seguridad del resto de residentes. «Las medidas deben ser proteccionistas. No podemos olvidar la vulnerabilidad de este colectivo», recuerdan desde la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social.
En el ámbito sanitario, se mantendrán los dobles circuitos en los centros del SMS, separando a los pacientes sospechosos de Covid-19 de los demás, y las actividades de consulta telemática. La atención se realizará con cita previa y preferentemente después de una consulta telefónica o telemática con el profesional, exceptuando las demandas motivadas por urgencias o emergencias asistenciales. El Ejecutivo regional puede complementar, modificar o modular las restricciones a través del Consejo de Gobierno, pero, una vez más, todo dependerá del estado de propagación del coronavirus.
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