«La fundación budista funcionaba como una especie de secta»
Vecinos de Abanilla aseguran que mucha gente acudía a Mahasandhi y donaba parte de sus bienes a cambio de temporadas de retiro espiritual
En el entorno de la Fundación Mahasandhi este martes se escuchaba el eco de un rezo. Los escasos seguidores que se dejaron ver por ... el complejo aparentaban un sentimiento de tristeza por la ausencia de su maestro espiritual. Dos mujeres exteriorizaron ese sentimiento cuando, al verse, se abrazaron junto a una de las casas que hay en el recinto. «Ehhh, no podéis estar ahí», gritó una de ellas, visiblemente molesta al ver a los cámaras y fotógrafos tomando imágenes desde el exterior de la propiedad.
El enfado se hizo más patente cuando, al cabo de unos minutos, la otra mujer salió del complejo y comenzó a grabar y a fotografiar con su móvil a los periodistas que estaban fuera de las instalaciones, así como a las matrículas de sus coches.
–¿Cómo estáis? -preguntó un redactor.
–¿Cómo estarías tú si vinieran a tu casa a grabarte? -respondió.
–¿Pero qué piensan de la detención de José Manuel?
–Todo lo que se está diciendo es mentira, y se demostrará, porque la verdad siempre sale, -contestó la seguidora del buda de Abanilla.
Lo que por el momento ha pasado es que la jueza del juzgado de Instrucción número 3 de Cieza, en funciones de guardia, envió el pasado domingo a prisión provisional, comunicada y sin fianza, al líder de la fundación asentada en El Tollé (Abanilla) por cinco presuntos delitos: tráfico de drogas, delitos contra la salud pública en su modalidad de fabricación, suministro y comercialización de productos y medicamentos, delito de intrusismo profesional, delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y delito de asociación ilícita.
La investigación arrancó precisamente por los testimonios de varios exseguidores del 'buda de Abanilla', en los que denunciaban ante la Policía Nacional las supuestas actividades ilícitas del maestro espiritual.
En la operación del pasado viernes, los agentes se afanaron en registrar tanto el asentamiento de la fundación como una nave en el polígono industrial de Lorquí que actuaba, según se desprende de la investigación, a modo de empresa pantalla, tal y como publicó este martes LA VERDAD. En estas últimas instalaciones, al parecer, el detenido elaboraba supuestos productos medicinales que luego vendía a través de una página web.
En las inspecciones, los expertos en la desarticulación de sectas hallaron importantes cantidades de mercurio, un metal pesado tóxico para la salud humana que, presuntamente, se utilizaba para la elaboración de elixires y productos medicinales que después se vendían entre los adeptos de la fundación budista
«Lo que el maestro decía, ellos hacían»
En el pequeño pueblo de El Tollé los vecinos aseguran que algo así «se veía venir». Algunos de los residentes afirman que la fundación funcionaba «como una especie de secta». No en vano, la investigación la ha llevado a cabo el Grupo de Sectas de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, con sede en Madrid.
Juan, uno de los vecinos que trabajó en la construcción de las edificaciones del complejo, asegura que cuando alguien tocaba a la puerta de la fundación para establecerse en una especie de retiro espiritual, donaba todos o parte de sus bienes para ingresar en la comunidad budista «y ellos los administraban», explica el trabajador, que define a los responsables de la fundación como «buenos pagadores».
Asegura que estuvo haciendo un encargo en la casa cueva del maestro, José Manuel C. R. «Él estaba arriba, donde tiene la vivienda, y el trabajo lo hice en la parte de abajo. No salió en todo el tiempo que estuve con la obra. Eso sí, lo que él decía, el resto hacía».
Por su parte, otro vecino de El Tollé, que vive junto a la colina donde está la escultura del Buda que preside el complejo, afirma que «desde que llegaron yo sabía que era una secta. Con todo lo que tienen y sin nadie que trabaje, imagina de dónde sacan el dinero… de los tontos que vienen aquí». Este hombre recuerda que los terrenos, unos 9.000 metros cuadrados, los adquirieron hace 15 años y poco a poco fueron ganando más y más espacio, hasta los 100.000 m², «hasta el punto de cortar todos los caminos que hay en el monte y dirigen al complejo».
En el restaurante que hay en la población, no obstante, uno de los camareros se sorprendió cuando se enteró de la detención del líder de la fundación. El trabajador asegura que, aunque no conocía al maestro, con el resto de la comunidad budista sí tenía relación. Explica que son «muy buena gente» y que solían bajar todos desde el complejo los fines de semana, después de los cursos de homeopatía que impartían, para comer. «Si alguien tenía problemas económicos, ellos le daban de comer a cambio de trabajos para la fundación», destaca.

100.000 metros cuadrados de silencio y mezcla de religiones
Por Fernando Perals
Al norte de Abanilla, en un entorno natural al que le abraza el silencio, se encuentra la Fundación Mahasandhi, una organización sin ánimo de lucro que nació en 2009. Y ahí es donde pasan sus días una decena de personas que forman parte de la comunidad. Duermen en casas cuevas y otras viviendas de estilo similar, teletrabajan (algunos) y desayunan, comen y cenan en una cocina que comparten todos. Al entrar en el recinto, el edificio principal da la bienvenida. En él se encuentra la sala Gompa, el templo principal, presidido por un Buda de grandes dimensiones. Aquí llevan a cabo rezos, clases de yoga y meditación y distintos talleres.
No es hasta el último día de la semana cuando la Gompa abre de par en par y es accesible para todo el público. El espacio exterior con el que cuenta la fundación es interminable y recorrerlo es sinónimo de pasear por distintas culturas y religiones, ya que cuentan con un rincón para varias de ellas. El lugar elegido para el hinduismo está coronado por la figura de Shiva, dios de esta religión, que se sitúa en un entorno diáfano guardado para realizar ceremonias de fuego y ofrendas. La parte reservada para el budismo cuenta con una inmensa higuera que representa el árbol de Bodhi, donde el máximo exponente de esta religión encontró la iluminación.
Otro de los lugares 'sagrados' es la sala Shri Chakra, que está completamente 'teñida' de imágenes de dioses y lamas, pero donde destaca, precisamente, una gran fotografía enmarcada de su maestro, el ahora detenido José Manuel C.. Aquí efectúan recitaciones y alabanzas. En la zona más alejada de la puerta se encuentran varias cúpulas en forma de iglú. Una de ellas sirve de vivienda; otra es mitad tetería, mitad oficina, ya que es el sitio elegido para celebrar reuniones. Uno de los proyectos estrella que pretendía llevar a cabo hace solo unos meses la Fundación Mahasandhi era la construcción de un Buda de 30 metros de altura que fuese un reclamo turístico. Su objetivo era crear un templo, «el más grande de Europa», para llevar a cabo «conciertos, rituales y meditación», según explicaron miembros de la fundación a LA VERDAD el pasado mes de enero.
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