Pintadas en las paredes y la puerta de entrada de un edificio del recinto histórico. :: P. Alonso / AGM
LORCA

Llenan el casco histórico de pintadas y roban materiales de obra a las clarisas

La edil de Seguridad anuncia que se va a intensificar la vigilancia en las calles para evitar los actos vandálicos y las sustracciones

P. W. R.

Miércoles, 21 de mayo 2014, 11:11

La fachada hasta la primera planta, la puerta de entrada y la del garaje de un edificio de la calle Echegaray, en el recinto histórico de la ciudad, han aparecido cubiertas por grandes pintadas en distintas tonalidades. La casa más inmediata también ha sido objeto de grafitis, así como una valla cercana de una obra y algunos inmuebles más. Pero además, otros edificios frente al centro de día de personas mayores, en la urbanización Miguel Ángel, han sido igualmente 'diana' de los gamberros que no han respetado ni los carteles informativos turísticos, las señales de tráfico, los de los nombres de las calles y los contenedores de basuras.

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Los vecinos se muestran indignados, ya que la limpieza y reposición de lo dañado suma una importante cifra que ya han tenido que asumir en diversas ocasiones. «No es la primera vez que nos ocurre. Repintar la pared es posible, pero limpiar los grafitis del zócalo de piedra es imposible, por lo que el deterioro perdurará hasta que se decida sustituirlo», señaló Juan Romera, uno de los afectados.

Otra vecina, María Cabrera, se queja de que los fines de semana la «presencia de jóvenes bebiendo y fumando porros por el casco antiguo es habitual, sobre todo, en calles de poco tránsito». Los robos de materiales de obra son una constante. El último se produjo en el monasterio de Santa Ana y Magdalena de Clarisas. De la estructura aún en construcción de la casa de los mandaderos y del cura, junto a la capilla del convento, se han llevado todo lo que dejaron los obreros mientras se reiniciaban las obras. Hasta las vallas obligatorias para evitar accidentes de la nueva infraestructura han desaparecido. Y algunos jóvenes se alzan a lo más alto los fines de semana y protagonizan sus botelleos en este lugar, un monasterio de clausura.

La Policía Local ha intensificado la vigilancia para evitar los actos vandálicos y los robos y poner punto y final al botelleo. «Se hacen continuos controles para prevenir este tipo de situaciones. También se ha incrementado la presencia policial para intentar acabar con las pintadas que provocan un gran perjuicio», aseguró Belén Pérez, edil de Seguridad.

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