La madrugada que alumbra las almas

Se alumbraron las almas a pesar de que la noche ya se tornaba en madrugada. Ganaron sonoridad los silencios y perdió todo su territorio la razón en favor del corazón. Y latía. Cada vez más rápido, más acelerado. Faltaban pocos minutos para que se abrieran las puertas de la iglesia de San Francisco y las campanas repicaran pregonando el comienzo de la Semana Santa lorquina. ¡Qué espera más impaciente!

Los segundos se eternizaban y solo los vítores ayudaban a equilibrar los sentimientos. Mirada al reloj. Otro vistazo rápido a la puerta y de nuevo la vista al suelo con las manos colmadas de bendito nervio. Las doce...¡shhhhhhhh! La calle Nogalte explota en vítores y el pueblo azul enloquece. Por fin, la cita más deseada, la hora más ansiada ha llegado. Es Viernes de Dolores en Lorca.

Así transcurrió anoche la serenata a la Virgen de los Dolores, imagen titular del Paso Azul, con la que se inician los actos que en su honor organiza la Hermandad de Labradores con motivo de su festividad. Miles de lorquinos se sumaron a la primera cita de este año que tendrá continuidad esta mañana, a partir de las 12 horas, en la misa que se oficiará en la sede religiosa de la cofradía azul y en la que se nombrará mayordomos de honor a Domingo Munuera Rico, Ginés Lidón Llamas, y a Blas Leal y Bartolomé García a título póstumo.

Jornada festiva

La jornada festiva para los azules culminará con la procesión que presidirá la Dolorosa a partir de las 20 horas, aproximadamente. Es la primera del periplo procesionil y en la misma también participan el resto de cofradías. El Paso Blanco procesiona con 'La Entrada triunfal de Constantino' y los grupos de su cortejo alusivos al mundo romano. Es la primera ocasión en la que los enganches de cuatro y cinco caballos recorrerán la carrera principal. La comitiva se forma en la cuesta de San Francisco y continúa por Príncipe Alfonso, Lope Gisbert, y Floridablanca hasta la Avenida Juan Carlos I.

El desfile bíblico culmina con la recogida de la Virgen de los Dolores precedida por mujeres ataviadas con mantilla y escoltada por miles de fieles que acuden a su templo, desde el que volverá a salir el próximo Viernes Santo.