JORGE GARCÍA BADÍA
Martes, 28 de agosto 2012, 10:38
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«Delegación de funciones de Alcaldía a favor de Pascual Martínez». Es lo que indica de forma telegráfica el decreto número 323, del Ayuntamiento de Abanilla, por el que el regidor popular, Fernando Molina Parra, se cogió sus vacaciones como cualquier otro trabajador de la Administración local. Hasta aquí, todo normal, salvo por un pequeño detalle: Molina Parra firmó ese decreto en julio, asignándose dos meses y trece días de vacaciones (no remuneradas) frente al mes habitual que se toman los funcionarios. En total, 73 jornadas de asueto veraniego.
El periodo vacacional del alcalde popular comenzó el 6 de julio y no concluirá hasta el próximo 16 de septiembre, según el decreto. Desde entonces asume la alcaldía el primer teniente de alcalde, Pascual Martínez, que entre otras cuestiones ha tenido que 'lidiar' con la resolución de cierre judicial que emitió el Juzgado de Cieza contra el vertedero de Proambiente propiedad de Ángel Fenoll.
La larga ausencia en el municipio por parte del regidor, justo cuando está en el aire el futuro del vertedero, que genera unos cien puestos de trabajo en Abanilla, y cuando la sociedad civil más se cuestiona el coste de las administraciones, ha provocado una riada de críticas desde los grupos de la oposición.
La edil del IUMA, María Dolores Saurín, no se ha andado por las ramas para asegurar que el Ayuntamiento «es un barco sin capitán. En tiempos de bonanza económica era fácil gobernar, pero ahora, en tiempos de recesión económica, Abanilla y sus pedanías merecen compromiso, dedicación y trabajo. El alcalde no está a la altura de las circunstancias». De ahí que la independiente Saurín haya solicitado a Molina Parra «menos vacaciones y más trabajo porque el municipio está deprimido social, económica y medioambientalmente. Tras siete legislaturas debería replantearse su continuidad en el cargo».
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Desde el PSOE, su portavoz, María José Atienza, se ha mostrado más irónica al recordar que «esto no es nuevo, es lo de siempre, lleva años así». Pese a todo, la socialista Atienza subraya que «el alcalde debería estar en Abanilla porque esto va a la deriva, mucho más tal y cómo está la situación del vertedero, pero él está desaparecido».
Se da la circunstancia de que el primer edil abanillero, Fernando Molina Parra, también es el director del Colegio Santa Cruz de Abanilla y a pesar de que la vuelta 'al cole' está fijada para el 10 de septiembre, según el decreto de alcaldía Molina Parra no se incorporará al Ayuntamiento hasta la el lunes, 17 de septiembre. Parece que Molina Parra a la hora de elegir entre las vacaciones de su profesión como regidor o las de director de colegio, elige las de funcionario.
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