D. VIDAL
Jueves, 2 de febrero 2012, 12:52
Publicidad
La presentación del sexto barómetro de la empresa familiar fue la excusa perfecta para poner en la picota el plan de pagos de la Comunidad Autónoma, cada vez más criticado por aquellos sectores a los que se supone que iba a beneficiar. La denuncia no vino sin fundamento, ya que José María Albarracín, presidente de la Asociación Murciana de la Empresa Familiar, aseguró que la deuda con las empresas sigue siendo uno de los principales lastres del sector a la hora de remontar el vuelo. Por eso, Albarracín dijo que el plan de pagos que la Consejería de Economía y Hacienda elaboró para saldar la deuda que la Comunidad mantiene con los proveedores «no se está cumpliendo con la previsión que se había acordado, y prácticamente ninguno de los empresarios con facturas inferiores a 120.000 euros, por no decir cero patatero, ha cobrado ni un solo euro».
El presidente de Amefmur anunció que exigirá al consejero de Economía y Hacienda, Juan Bernal, el cumplimiento de este plan, porque «si se ha llegado a un acuerdo y se ha dicho qué fórmula se iba a seguir, hay que seguirla y no pueden estar modificando permanentemente las reglas del juego», reprochó Albarracín. Lamentó que los empresarios están viéndose «incapaces e indefensos para poder afrontar su actividad económica y empresarial, ya que no saben a qué acogerse con los cambios que se están produciendo en la Administración con respecto a este plan de pagos».
Según Albarracín, «sin acceso a la financiación se duplica la dificultad económica de las empresas y de las empresas familiares en particular». Una situación que calificó de «negativa» para el tejido productivo empresarial de Murcia, puesto que se constata que, por primera vez en los seis baremos que se han presentado hasta la fecha, -durante los últimos tres años- se habla de «reducción de empleo importante», hasta el punto de que «hay menos trabajadores en más de la mitad de las empresas familiares». Asimismo, consideró que las administraciones «no pueden seguir teniendo duplicidades», y recordó, respecto a la reforma laboral, que «la exigencia es absoluta».
Por lo que se refiere a la nueva edición del barómetro, según expuso el coordinador del estudio, Daniel Jiménez, el Indicador de Confianza Empresarial baja en más de 8 puntos situándose en los -22,2 puntos, siendo las perspectivas futuras «no especialmente halagüeñas». El principal freno de los negocios familiares ha sido la caída de la demanda (81%), seguido de los problemas de financiación (40%) y de la intensidad competitiva (39%).
El mundo cambia, LA VERDAD permanece: 3 meses x 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.