G. HERMIDA
Jueves, 17 de febrero 2011, 01:39
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El Ayuntamiento de Calasparra y la aseguradora del BBVA han sido condenadas a pagar 60.000 euros a la viuda de un trabajador municipal. El dinero forma parte de un plan de pensiones que el Consistorio abrió a sus empleados en 1999, que acabó siendo gestionado a través de una póliza de seguro colectivo de vida, que indicaba como beneficiarios prioritarios a los cónyuges.
El trabajador -que era fumador y así lo reconoció a la firma de la póliza- acabó falleciendo de cáncer de pulmón en enero de 2008. El Ayuntamiento consideraba en sus alegaciones que no se había informado del diagnóstico del cáncer a la aseguradora, pero el Juzgado de lo Social Número 3 ha acabado dando la razón a la viuda.
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