María José enamora en Roma

La tenista yeclana María José Martínez se ha metido en el bolsillo a la afición romana gracias al magnífico torneo que está haciendo en la capital italiana. Sea por su tenis directo y contundente, por sus golpes precisos y sus subidas impetuosas, sea por su figura y su buen físico, el caso es que la tenista yeclana se ha convertido en algo así como el ídolo de los aficionados romanos, que no dudan en apodarla 'la nueva Martina Navratilova', quizás recordando cuando la tenista checa, en su juventud, arrasaba en este mismo torneo de Roma.

Precisamente una compatriota de nacimiento de Martina Navratilova -nacida checa aunque ahora nacionalizada norteamericana- llamada Lucía Safarova ha sido la nueva víctima de María José en los cuartos de final de este torneo (7/6 y 6/4), en el que nunca le habían ido demasiado bien las cosas a la murciana. A pesar de sentenciar el encuentro en dos sets, no fue un paseo para ella. «No ha sido fácil tanto por el viento y la lluvia. Además Safarova ha demostrado que es una jugadora muy fuerte mentalmente», explicó Martínez Sánchez.

La dos jugadoras se habían visto las caras en tres ocasiones y la murciana sólo había conseguido derrotarla en 2008 en Barcelona, pero porque la checa se retiró lesionada.

La murciana había había adelantado que Roma sería la ciudad de «la revancha» y se cumplieron sus pronósticos.

El encuentro fue suspendido durante 10 minutos por la lluvia cuando estaban 2-1 en el 'tie break', pero la murciana coleccionó dos puntos seguidos con su golpe mágico, la dejada, y se llegó al 3-3

Finalmente, María José Martínez conquistó el que era el quinto punto de set, cuando la checa mandó fuera un revés cruzado.

Comenzó la segunda manga rompiendo el servicio a su rival, y de nuevo las dejadas fueron su arma ganadora. Martínez Sánchez se hizo con su juego y se colocó con un interesante 4-0.

Sin embargo, una checa luchadora ganó su juego y rompió el servicio a la española. Comenzó a sufrir el juego desde el fondo de la pista de Safarova, quien logró igualar el partido con un 4-4 a fuerza de tesón. Volvió a recuperar el espíritu ganador que le hizo arrasar a la segunda jugadora del mundo y en el noveno juego forzó un 40-0 y colocó el 5-4 acompañado por un «¡Vamos!» que resonó en el Estadio Central del Foro Itálico. Su último juego fue todo un recital de golpes, dejadas y bolas altas contra los que la checa no pudo hacer nada, y que prometen que la raqueta murciana tiene todas las papeletas para alcanzar la final.

La serbia Ana Ivanovic será su rival en semifinales al eliminar por 6-2 y 7-5 a la rusa Nadia Petrova, decimocuarta favorita.

María José está de dulce. Ya en 2009 demostró que, además de una perfecta doblista -formando pareja con Nuria Llagostera se ha convertido en una de las mejores parejas de dobles del mundo-, hay que contar con ella en los torneos individuales. Y lo está demostrando en Roma, donde nadie daba un duro por ella en octavos de final cuando el cuadro la enfrentó a la danesa Carolina Wozniacki, nada menos que la número 2 del mundo. Pero María José dio la sorpresa y dejó en la cuneta a la danesa, a la que ya había ganado en otras dos ocasiones anteriores en las que se habían enfrentado, con lo que el futuro se abría esplendoroso para ella.

Prueba de ello es que se ha convertido en una de las favoritas para el triunfo final, sobre todo después de haber dejado en la cuneta a la checa Safarova (41ª del mundo frente a la 26ª plaza de la yeclana) -eran las dos únicas clasificadas en cuartos de final que no eran cabezas de serie-, lo que había hecho que las apuestas a su favor subieran como la espuma.

Antes del partido contra Safarova, las casas de apuestas por Internet daban como ganadora a la murciana por 2-1 (la realidad ha superado a la ficción puesto que ha vencido por 2-0) y su victoria se cotizaba a 3,75.

Ahora, después de haberse metido en semifinales, su cotización habrá subido como la espuma y sobre todo el amor del pueblo de Roma por su figura y su tenis. No en balde María José Martínez se está convirtiendo estos días en 'la novia de Roma'.

Su mejor año

El de 2009 ha sido hasta ahora el mejor año tenístico de María José Martínez. Después de unos comienzos brillantes, al principio de su aventura tenística, María José Martínez se pasó unos años en blanco, coincidiendo con un embarazo, en los que prácticamente desapareció de la lista de las cien primeras tenistas del mundo. Prueba de ello es que hasta 2009 no había ganado ningún torneo individual, aunque sí cinco de dobles. Pero sólo en 2009 duplicó los triunfos en ambas modalidades.

Venció en sus dos únicos torneos individuales hasta ahora -el de Roma puede ser el tercero- y conquistó nada menos que siete torneos de dobles -siempre con la catalana Nuria Llagostera como pareja-, más uno, el de Dubai, que ya ha ganado en 2010. De entre todos ellos destaca poderosamente la atención el que la pareja se llevara el Master femenino de dobles dejando previamente en la cuneta en semifinales nada menos que a las hermanas estadounidenses Venus y Serena Williams y en la final a la que entonces era, y actualmente lo sigue siendo, la pareja número uno del mundo en dobles, la formada por Black y Huber.

Y por lo que se ve, 2010 no ha ha comenzado pero que nada mal para ella. En Australia consiguió llegar hasta la segunda ronda - en 2009 hizo una tercera ronda en Australia y otra en Roland Garros-, ha ganado el torneo de dobles de Dubai con su inseparable Nuria Llagostera y acaba de ser pieza fundamental en el equipo español de la Copa Federación que acaba de dejar en la cuneta a Polonia en Sopot hace escasas semanas.

No cabe duda de que 2010 puede ser también su gran año.