Trío de ases con un 10 redondo en la Ebau

Lo han clavado. Los tres estudiantes murcianos Irene Carreño, Jorge Muñoz y María Pérez Sánchez han empatado con la nota más alta posible, un 10 sobre 10, en la fase general de la Ebau. Para lograr esa brillante calificación, los tres alumnos han sacado un 10 en cada una de las cuatro pruebas de la fase general, pero además tienen la nota máxima de media en la Ebau. Con tres dieces como tres soles, los alumnos han tenido que bordar los exámenes y no cometer un solo fallo, que les hubiera restado décimas.

Los tres estudiantes, que no se conocían hasta este miércoles cuando fueron citados por este periódico para una fotografía conjunta, coinciden en muchos aspectos de su vida: estudian en centros reconocidos (dos concertados, Maristas y Samaniego; y uno público, el centenario IES Licenciado Cascales), son de ciencias, quieren estudiar en universidades públicas, y encaran un merecido verano salpicado de escapadas antes de dar el primer paso a otra etapa de su vida personal y académica.

Jorge Muñoz Ibáñez, futuro alumno de Informática en la Universidad de Murcia, no perderá el tiempo los próximos meses. Ha logrado plaza en dos cursos en universidades americanas para realizar unos seminarios en los que resulta muy complicado ser admitido por los exigentes requisitos de acceso. «Va a ser el mejor verano de mi vida; primero iré de viaje a Mallorca con los amigos del colegio, y cuando vuelva, un mes y medio a la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) a realizar un curso de informática y programación. Después estaré haciendo otro curso en la Universidad de Columbia, en Nueva York, y en agosto a Campoamor a disfrutar de los amigos y la familia».

Alumno del colegio concertado Maristas, Jorge Muñoz, quien aún no ha cumplido los 18, habla con fluidez Inglés y Francés, se defiende bien en Alemán, practica tenis y fútbol y sale con los amigos como el que más. Su fórmula para el éxito en los estudios pasa por prestar mucha atención en clase y por su interés por aprender, además de su capacidad innata. El joven ha rozado además la perfección en todas las pruebas de la Ebau, con un 13,95 sobre 14 de nota de acceso.

Futura alumna de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad Politécnica de Valencia, Irene Carrillo Sánchez es alumna del colegio concertado Samaniego de Alcantarilla. No tenía demasiadas dudas sobre la carrera que pensaba estudiar, que pide una de las notas de corte más exigentes, al nivel de Medicina, pero mantenía una duda razonable por si no alcanzaba. «La verdad es que no me esperaba estas notas tan altas, aunque salí con muy buenas sensaciones y pensaba que serían buenas».

Ha pasado el curso estudiando mucho, muchísimo: «Mentiría si te dijera que no, pero de todo se sale», comenta desahogada después de un año duro con pocos extras. No puede estar más satisfecha de su experiencia en el colegio: «Ha sido una fuente de inspiración, mis profesores y compañeros me han aportado mucho en todos estos años», resume encantada.

El año de María Pérez Sánchez, estudiante del IES Licenciado Cascales de Murcia, ha sido extenuante. Es alumna de danza en el Conservatorio, donde ha completado el quinto curso de Profesional, y durante todo el curso dedicaba cinco horas por la mañana a las clases de baile y otras seis por la tarde al instituto, con apenas un descanso para comer. «Llevo muchos años en el conservatorio y eso te da mucha disciplina; sacas tiempo de donde puedes, y lo aprovechas al máximo», cuenta quitándole importancia a sus logros.

Tenía planeado estudiar el grado de Física en la Universidad de Murcia, pero vistas sus notas, se plantea matricularse en el doble grado de Física y Matemáticas también en la UMU, uno de los más exigentes de todos los universitarios. A pesar de ello, no piensa renunciar a la danza. «Voy a intentar compaginarlo como pueda hasta completar sexto de Danza Contemporánea, que es el último curso», comenta aún asimilando su notaza. Satisfecha con su calificación y con los profesores de su instituto, donde ha cursado el programa de horarios integrados, María encuentra similitudes entre la danza y la física, sus dos pasiones: «La danza es el movimiento del cuerpo; la anatomía, los movimientos... yo veo muchas conexiones».

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