Tres encapuchados, dos botes de azafrán y un robo «de risa» en un supermercado de Puerto Lumbreras
La Guardia Civil busca a un grupo de ladrones que intentó asaltar un supermercado en el centro del municipio y huyó a los diez segundos de entrar al establecimiento, sorprendidos por la alarma y por los gritos de una vecina
Bisoñez o torpeza, o ambas carencias delincuenciales, confluyeron en un robo frustrado protagonizado por tres ladrones que fue calificado como un asalto «que fue un poco de risa», por el gerente del establecimiento afectado, José López.
El supermercado Guirrete–Spar, situado en la avenida de la Estación de Puerto Lumbreras, sufrió el pasado uno de mayo el segundo robo (en este caso quedó en un intento) en los últimos cuatro meses. Tres encapuchados llegaron en torno a las 3.15 de la madrugada al negocio, que se encuentra en pleno centro del municipio, frente al Ayuntamiento.
Uno de ellos se quedó en el coche con el motor encendido esperando para iniciar la huida una vez que hubieran consumado el robo. Los otros dos integrantes del grupo destrozaron la persiana y forzaron la puerta automática por la que se accede al local.
Los dos ladrones tuvieron que echar el cuerpo a tierra y entrar reptando por el hueco que dejaron entre el suelo y la persiana. Una vez dentro, uno de ellos se fue directo a una caja registradora y la intentó forzar utilizando un destornillador, un trabajo que hizo en vano, ya que no consiguió abrirla.
El otro encapuchado se fue hacia unos estantes que hay junto al mostrador de una de las cajas y cogió dos botes de azafrán. «Apenas estuvieron 10 segundos, porque sonó la alarma y una vecina, que escuchó los ruidos al forzar la reja, empezó a gritarles», recuerda el encargado del supermercado.
Una cámara de seguridad grabó el intento de robo y en las imágenes se ve el nerviosismo con el que actuaron los dos encapuchados, que salieron corriendo, tirando al suelo los dos botes de azafrán y destrozando la puerta automática en su precipitada huida. «No se llevaron nada, pero nos han ocasionado unos 1.500 euros de gastos en los destrozos de la puerta, la persiana y la caja registradora», afirma López.
La Guardia Civil realizó una inspección ocular de lugar y recabaron indicios y pruebas, como las imágenes de las cámaras de videovigilancia, para identificar y localizar a los sospechosos. En las últimas semanas, los comerciantes aseguran que ha habido un repunte de robos en comercios como el que sufrió un restaurante pizzería y un bar ubicados en la misma zona.
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