Pedro José Sánchez es investido alcalde de Totana en un Pleno cargado de emoción y dedicado a Juan José Cánovas

Con un minuto de silencio en recuerdo de Juan José Cánovas, cuya foto presidía el escenario del Teatro Ginés Rosa, y un audio con las palabras que el recién fallecido pronunció cuando tomó posesión del bastón de mando: «El poder no es propiedad mía, reside en el pueblo y nosotros, yo solo soy un delegado temporal de ese poder que se compromete a ejercerlo con dignidad, con humildad, con transparencia y con diálogo». Así comenzó el Pleno extraordinario, con el exalcalde Juan José Cánovas muy presente, en el que se eligió como nuevo regidor de Totana a Pedro José Sánchez Pérez, el edil más joven de la corporación municipal.

Con 10 votos a favor (Ganar Totana-IU y PSOE), 9 en blanco (PP, Plataforma Cívica Ahora Totana, Ciudadanos y los ex ediles de Vox) y un voto nulo, Pedro José Sánchez, de luto riguroso, tomó posesión del cargo ante un auditorio emocionado, en el que estuvieron presentes el hijo y la nieta del que fuera el alcalde totanero.

No hubo celebraciones, ni alharacas, solo voces temblorosas, lágrimas furtivas y «corazones rotos» en un acto de investidura que todos los portavoces de los grupos municipales hubieran querido «no tener que vivir». Quizá por ello y en memoria de su tristemente desaparecido compañero, se ofrecieron todos a trabajar juntos, «ahora más que nunca», por mejorar la vida de los totaneros y superar los problemas.

Antes, la concejala Marta Sobejano, de Ganar Totana-IU, tomó posesión de su acta y prometió su cargo ante la Constitución. Quizá por eso, en un primer momento se pensó que los nervios le habían jugado una mala pasada y había sido ella quien había emitido un voto nulo con todas las papeletas. No obstante, fue un error del que nadie asumió la autoría, el único voto que sorprendió.

Con traje y corbata negra, como muchos de sus compañeros, Pedro José Sánchez recibió el bastón de mando y lo entregó a los asistentes -el teatro, con capacidad para 110 personas, estaba casi completo- para después brindárselo a la imagen de Juan José Cánovas, sobre el escenario. «Para mí siempre será mi alcalde», afirmó con media voz el joven regidor, que reconoció, como el resto de la corporación, estar viviendo «momentos muy difíciles».

Después, uno a uno, los portavoces de los grupos fueron interviniendo para, en «un acto con sentimientos contrapuestos» -lo describió José David Amorós, de Ciudadanos-, manifestar sus condolencias a la familia de Juan José Cánovas y a su «familia política».

Todos, sin excepción, le desearon suerte al nuevo primer edil porque «tus aciertos y los de tus decisiones van a ser el beneficio de Totana», manifestó José Antonio Andreu, de la Plataforma Ahora Totana. También se comprometieron a prestarle todo su apoyo y lealtad «por el bien de Totana y los totaneros», añadió Rosa Jiménez; y para hacer frente a los grandes asuntos de la localidad, como subsanar el Plan General, superar las consecuencias de la pandemia, ayudar a los afectados de la catenaria del AVE, dar seguridad en las calles o apoyar a quienes más han sufrido por la crisis sanitaria.

«Juntos podremos salir de esta situación», repitieron uno a uno los portavoces con voz entrecortada, porque «la muerte de Juan José ha creado una crisis no solo política sino también sentimental. La primera, hoy queda en parte resuelta; la otra, quedará mucho tiempo para que las heridas comiencen a sanar», afirmó Isabel Mª Molino, del PSOE. Y animó a todos sus compañeros a «seguir sacando fuerzas de donde no hay» para «conquistar derechos y mejorar las oportunidades de quienes más lo necesitan, hacer frente a los retos y lograr la recuperación económica y social».

Juan Pagán, del PP, defendió el voto en blanco como «un gesto con Ganar Totana-IU y por nuestro alcalde», aunque, advirtió, «seguiremos fiscalizando al gobierno y presentando propuestas». Y, eso sí, ofreció «incondicionalmente» el apoyo del PP para mejorar Totana, porque «tus éxitos y tu suerte serán los del pueblo».

Verónica Carricondo, de Ganar Totana-IU, pronunció las palabras más emotivas y recordó que el triunfo más importante de Cánovas fue «la incorporación de tanta gente a la política» que, gracias a su legado, «la aman y fluye por sus venas». Definió a sus compañeros como «inasequibles al desaliento» y anunció que «su esencia sigue intacta para afrontar un futuro ilusionante».

«Con el corazón roto pero el cuerpo firme y la cabeza bien alta», Pedro José Sánchez se comprometió a perpetuar «un legado inmortal de honestidad y saber hacer» y mantener el bastón de mando en manos del pueblo. Incapaz de hacer frente a un discurso de investidura al uso, reconoció que «hay muchas cosas por hacer y nos vamos a dejar la piel en ello». Agradeció a todos la mano tendida y recogió el guante para «trabajar en positivo desde el entendimiento».

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