Toneladas de solidaridad al centro de la guerra desde Beniel

Una buena está liando la asociación de ucranianos de Beniel. Desde el comienzo de la invasión por parte de la Rusia de Vladimir Putin, ya ha mandado dos camiones repletos de ropa, mantas, medicamentos y alimentos no perecederos hacia el país del Este de Europa. Y están a punto de enviar otros dos «y los que hagan falta». Toneladas de ayuda humanitaria donada por los vecinos tanto de Beniel como de Santomera y varias pedanías murcianas colindantes, como Alquerías, El Raal y Llano de Brujas. «Se corrió la voz de que estábamos recogiendo material y es impresionante la respuesta que nos han mostrado los murcianos. Nunca podría imaginar que la gente iba a empatizar tanto con nosotros», declara Oksana, una de las integrantes de la asociación ucraniana de Beniel.

Asegura que ya han partido dos camiones con material hacia Ucrania, gracias a la colaboración de la empresa local Frutas Beri. Otro vehículo saldrá el próximo viernes. «Y tenemos suministros para mandar muchos más, conforme se pueda». Además, tienen la seguridad de que la ropa, los alimentos y los medicamentos que envían están llegando a sus destinatarios, pues cuentan con testimonio gráfico que así lo atestigua. La fotografía que acompaña esta información muestra cómo un grupo de combatientes en la ciudad fronteriza de Livov, armados con kalashnikov, dan las gracias a los vecinos de Alquerías por lo enviado. Otro vídeo muestra a los vecinos de Vinnytsia, cuyo aeropuerto ha sido recientemente bombardeado, agradeciendo la solidaridad española.

La asociación ha instalado su base de operaciones en un local cedido por el Ayuntamiento de Beniel, frente a la gasolinera del municipio. Los voluntarios se dedican a separar las donaciones que llegan y a meter el material en cajas, preparado para mandarlo en cuando haya ocasión.

Pero no solo se trata en enviar ayuda humanitaria a Ucrania, sino que el dispositivo también consiste en lograr que los refugiados que llegan a la Región huyendo de la guerra estén en las mejores condiciones posibles. Oksana tiene en su casa a cuatro compatriotas, que llegaron a España el pasado sábado. Una de ellas es su sobrina. En cambio, lleva días sin poder contactar con sus padres y su hermana, que están en Ucrania, al carecer estos de forma de comunicarse debido al recrudecimiento de la ofensiva de Putin en los últimos días. Así, la asociación de ucranianos en Beniel realiza un llamamiento para la donación de ropa y calzado para los niños que están llegando escapando de la guerra.

Además, Oksana cuenta para su labor con una ayuda muy especial. La de una amiga rusa que, por su seguridad, prefiere permanecer en el anonimato. «No todos somos Putin», dice.

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