Una temeraria marcha atrás en la autovía de La Manga causó el accidente mortal de la narcolancha

Sábado 16 de noviembre. Noche cerrada sobre la autovía de La Manga. Un Volswagen Touareg negro corre sobre el asfalto tirando de una lancha planeadora de 9,7 metros de largo. El traslado de esta embarcación, que sospechan los investigadores de la Guardia Civil era una narcolancha, es seguido de cerca por otros dos vehículos, que avanzan en formación. A la llegada a las proximidades de Los Belones, los dos coches que actúan de lanzaderas toman la salida pero el conductor del Touraeg se equivoca y sigue recto. Según explicó posteriormente a la Guardia Civil uno de los ocupantes del automóvil, en ese momento Aziz J., alias 'Zacarías', el presunto líder de la banda, optó por llevar a cabo una maniobra temeraria que acabaría costándole la vida a dos británicos que habrían llegado a La Manga para pasar unos días de descanso y jugar al golf e hiriendo a otras ocho personas: el conductor presuntamente echó marcha atrás en la autovía.

«'Zacarías' le dijo a 'El Gamba' que se bajase para dirigir la maniobra», relató este supuesto miembro del grupo, el primer detenido tras entregarse voluntariamente a la Benemérita y prestarse a colaborar. «Pensé que era una locura y lo dije (...) No había luz y era ya muy de noche». En ese momento, según explicó este testigo, era prácticamente imposible ver a través de los retrovisores los coches que venían por detrás porque la lancha lo impedía. «Noté un golpe que hizo que la lancha se descolgara», detalla. «'Zacarías' le dijo a 'El Gamba' que subiese, que nos íbamos (...). La lancha se quedó cruzada cortando la carretera y los coches chocaban contra ella».

La declaración de este supuesto miembro de la banda se produjo once días después del siniestro y ha sido fundamental para el desarrollo de la 'Operación Narbox', en la que Policía Nacional y Guardia Civil han logrado, no solo esclarecer este accidente, sino desmantelar una organización dedicada al favorecimiento de la inmigración irregular a través del uso de embarcaciones de alta velocidad. Cuando este 'arrepentido' tocó a la puerta del cuartel, sin embargo, los investigadores ya habían conseguido seguir la pista de los ocupantes de ese coche gracias al escudriñamiento de las cámaras de seguridad de la autovía, al estudio del posicionamiento de los móviles y a los 'pinchazos' telefónicos desplegados en este caso.

En torno a las 13.00 horas del 17 de noviembre, apenas doce horas después del siniestro, la aparición en los alrededores de un remolque para barcos ofreció a los investigadores el primer hilo del que tirar. Los agentes del equipo de delincuencia organizada y antidroga (Edoa) de la Guardia Civil comenzaron a rastrear las cámaras de seguridad de las carreteras que llegaban a ese punto. Días después esa labor de búsqueda dio sus frutos cuando los efectivos detectaron un Touareg que la noche del accidente fue visto en la autopista AP-7 en sentido Cartagena en las horas cercanas al accidente. Casi tres horas después fue localizado de nuevo en dirección a Alicante.

El Instituto Armado, con la matrícula ya en la mano, comprobó que ese vehículo había pasado la ITV a comienzos de mes y así tropezó por primera vez con el nombre de Aziz J.. 'Zacarías', el presunto líder de la banda, cuenta con más de una veintena de antecedentes por delitos de robo con violencia y tráfico de drogas. Los agentes lograron, además, recabar el teléfono móvil que éste utilizaba en ese momento y comprobaron que el posicionamiento lo situaba en la zona en el momento en el que el Touareg fue captado acercándose, la tarde del 16 de noviembre, a la diputación cartagenera de Llano del Beal.

Las pesquisas llevaron a los investigadores a situar la vivienda de 'Zacarías' en una urbanización de la localidad alicantina de Rojales. El principal investigado comenzó entonces a ser sometido a vigilancias y al 'pinchazo' de su teléfono móvil. De esta manera, condujo a los agentes hasta una finca en Elche, propiedad de otro supuesto miembro del grupo, donde los guardias localizaron rápidamente un Touareg negro idéntico al utilizado en el accidente. El todoterreno, no obstante, tenía la matrícula 'doblada' –falsificada–, para entorpecer su localización.

A esas alturas, los integrantes del Edoa ya contaban con la declaración del supuesto integrante del grupo que reveló, además, que antes de iniciar el viaje con la narcolancha habían entrado a una conocida tienda de deporte a comprar material que, más tarde, fue localizado dentro de la barca. Los agentes recabaron las cámaras de seguridad que, efectivamente, habían captado a algunos de los investigados.

Los 'pinchazos' destaparon, además, las conversaciones de 'Zacarías' con otro de sus supuestos compinches en las que hablaban de conseguir polen de hachís, al parecer, en una cantidad de más de 500 kilos. «Tú no sabes la cantidad de gente que me ha llamado. Yo habría vendido no sé cuánto», subraya el supuesto líder en uno de esos diálogos. «Fuéramos hecho pasta (sic) Treinta mil o cuarenta mil», responde su compañero.

El arresto de estos presuntos miembros de la banda se produjo el pasado martes en la pedanía murciana de La Alberca, la diputación cartagenera de Llano del Beal y la localidad alicantina de Rojales. En la detención del supuesto cabecilla, en una urbanización de este último municipio, intervino un grupo especial de asalto llegado desde Madrid, que dio apoyo al Edoa de Murcia. 'Zacarías', sin embargo, consiguió escapar por la ventana de un segundo piso y, tras saltar por un tejado, esconderse en un campo de naranjos cercano. La Guardia Civil lo detuvo poco después.

La Benemérita imputa a cuatro de los seis detenidos en esta pieza de la operación una supuesta relación con el accidente mortal. Al menos uno de ellos, A.F., que está siendo defendido por el abogado Jorge Novella, quedó en libertad con cargos. La mayor parte de los miembros del grupo arrestados identifican a 'Zacarías', marroquí de 50 años, como el que estaba al volante del todoterreno aquella noche que causó el fatal accidente.

• Temas
• La Manga
• Sucesos