Técnicos de Navantia y de la Armada estudian cómo reparar el cazaminas 'Turia'

El cazaminas 'Turia', el barco que encalló el pasado 27 de agosto frente a La Manga, mientras buscaba restos del avión accidentado de la Academia General del Aire (AGA), descansa ya en las gradas de reparaciones de Navantia. Tras su llegada en la madrugada de ayer, técnicos de la constructora naval y de la Armada analizan los daños provocados en la parte baja del casco después de chocar contra las rocas y estudian cómo repararlos, si es que existe esa posibilidad.

Los trabajos comenzaron ayer por la mañana, una vez que el navío fue varado. Tras desinflar los flotadores, los obreros empezaron a quitarle las fajas amarradas al buque que sostenían las boyas. Durante la tarde, los técnicos de la Armada estuvieron en el astillero analizando la rotura y los posibles trabajos que se deberán realizar para su reparación. Estas labores han sido catalogados por Navantia y la Armada como prioritarias.

El barco llegó a las instalaciones de la empresa pública pasadas las doce de la noche del martes, ocho horas antes de lo previsto por la Armada. Lo hizo bajo un silencio casi sepulcral y la atenta mirada de decenas de vecinos, que a esas horas se reunieron en el faro de La Curra y en el dique del faro de Navidad, algunos de ellos con banderas de España.

Desde la zona donde encalló fue remolcado hasta el puerto de Escombreras por el barco de Salvamento Marítimo 'Mastelero' y desde la bocana del puerto de Cartagena hasta Navantia lo fue por el remolcador 'Aníbal'. A esas horas, el astillero lo tenía todo preparado para recibir al cazaminas. La maniobra de traslado duró alrededor de nueve horas, aproximadamente. Hoy es el funeral del comandante Francisco Marín, el piloto que murió al estrellarse su avión frente a La Manga.