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Conchita y Fran, del restaurante Rincón Huertano de Murcia, haciendo ayer pruebas de los menús de la 'tardevieja' y de Año Nuevo. NACHO GARCÍA / AGM

La 'tardevieja' al mínimo y la ausencia de cotillones dan la puntilla a la hostelería

Bares, restaurantes y locales de copas afrontan una despedida de año con nulas expectativas ante la restricción de horarios y el descenso de las reservas

Martes, 29 de diciembre 2020

El desastre de la hostelería este año como consecuencia de la Covid-19 tendrá su representación más evidente en las cajas que se van ... a hacer en los días de Nochevieja y Año Nuevo en los establecimientos de la Región. Más allá del aparente lleno en las terrazas el próximo jueves 31 –en el caso de que el frío no apriete mucho– y de que se ocupen las mesas en los interiores, la realidad es que el negocio efectivo para bares, restaurantes, cafeterías, locales de copas y hoteles va a ser mínimo.

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La obligación de cierre desde las 18.00 a las 21.00 deja la cita de la 'tardevieja' en algo casi testimonial, que desanima más aún a la demanda con las reservas. Por ello, las expectativas son nulas dentro de la tónica general de una campaña navideña calificada de «desastre» por el presidente de la Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo (Hostemur), Jesús Jiménez, «y lo peor aún es lo que viene por delante con los meses de enero y febrero».

Algunos establecimientos de restauración están intentando en los últimos días darle un empujón de última hora a su oferta de comidas para intentar captar algo de clientela, pero también es verdad que muchos han desistido de hacer algo especial y se limitarán a atender con el mejor servicio y profesionalidad al público.

El propietario del Rincón Huertano admite que han pasado de emplear a más de 250 personas en ese día a solo 35 o 40 esta vez

Manuel Arnau, propietario del Rincón Huertano, reconoce que con las limitaciones horarias decidieron ofrecer un evento de 'tardevieja', debido a la imposibilidad de organizar las tradicionales celebraciones nocturnas, «pero también hemos tenido que reestructurarla, ante las exigencias de cierre a las seis de la tarde, adelantando los horarios sobre el plan inicial». Así, la larga sobremesa, «donde se incluían copas, además de otros detalles y uvas, se ha sustituido por un aperitivo especial».

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Este tradicional restaurante, ubicado en la pedanía murciana de Beniaján, organizaba todos los años dos grandes eventos en sus amplias instalaciones: por un lado, su cena de gala y cotillón para unas 500 personas, y luego una gran fiesta joven –con Djs y distintas atracciones–, donde ha llegado a acoger a 2.000 participantes; sin embargo esta vez se limitará por tanto a la mencionada comida, cuyas reservas se limitan por ahora a unas 150 personas. «Así que en cuanto a facturación vamos a hacer lo que podamos», señala Arnau. Solo el número de personas que trabajaban ese día otros años rondaba las 250, mientras que pasado mañana serán solo 35 o 40.

«No hay nada para esta Nochevieja, ni siquiera los hoteles –excepto alguna excepción–; incluso estaba surgiendo en los últimos años un servicio de cena en los restaurantes que se ha parado totalmente», asegura el presidente de Hostemur. El Hotel Puerto Juan Montiel, en Águilas, es de los pocos que programa una cena de gala, entre otras ofertas de escapada.

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Y todavía es peor para el sector del ocio nocturno, cerrado desde el inicio y que para remate se ha quedado sin los cotillones de Nochevieja. Ahora está por ver qué va a quedar para 2021 de los 700 pubs y 80 discotecas que existían en la Región en febrero pasado antes de emerger la pandemia. «Hay locales que siguen teniendo el cartel con el nombre, pero que ya no existen», advierte Jiménez, quien calcula que «ya han echado el cierre más del 15% de los locales».

«Cualquier hostelero hace un sobreesfuerzo por estar abierto, porque los números no son rentables», concluye Arnau.

El riesgo de las fiestas privadas y los aforos superados en las casas

Las reuniones familiares y de grupos de amigos en fiestas privadas para celebrar la Nochevieja suponen un riesgo sanitario importante que preocupa a las autoridades sanitarias. Igualmente, ocurre con el hecho de que se superen los aforos en el interior de muchas casas durante la cena de despedida del año. «El problema de cerrar la hostelería como se ha hecho conlleva otras decisiones en la sociedad, como son irse a la casa del campo, a la playa, a la huerta, alquilar una casa, juntarse 60 personas», denuncia el presidente de Hostemur. «Y luego habrá un repunte de contagios en enero y nos volverán a culpar a quienes cumplimos con todas las medidas», añade Jesús Jiménez, para quien «la Comunidad Autónoma ha sacrificado al sector hostelero de una forma indigna» con el nuevo cambio de horario para los días importantes.

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